MOSCU, Rusia, 20 de septiembre (EFE).- La presidenta del Senado ruso, Valentina Matvienko, aseguró hoy que su país se está planteando seriamente abandonar el Consejo de Europa debido a los problemas que enfrentan a Moscú y a esa organización desde la anexión rusa de Crimea.
Matvienko aseguró que es “un sinsentido” prolongar la actual situación, ya que Rusia “lleva cuatro años negociando y todo está en un punto muerto”.
“Si el Consejo de Europa está dispuesto a aceptarla (nuestra salida), entonces así será”, insistió, según medios locales.
La alta funcionaria rusa también afirmó que la Asamblea Parlamentaria está en crisis y recordó que Moscú se vio privada del derecho a voto en dicha cámara hace varios años, por lo que consideró que sus decisiones no son “completamente legítimas”.
“La Asamblea debe garantizar los mismos derechos y oportunidades a sus 47 miembros. No puede ignorar los derechos de los diputados elegidos por los pueblos de varios países”, apuntó.
La Asamblea Parlamentaria privó en abril de 2014 a Rusia del derecho a voto después de la anexión rusa un mes antes de la península ucraniana de Crimea, motivo por el que la delegación rusa suspendió su labor en dicha cámara.
En junio de 2017, el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, informó al secretario general del Consejo de Europa, Thorbjørn Jagland, de que Rusia suspendía el pago de su contribución al presupuesto de la organización hasta que los derechos de su delegación sean restituidos completamente.
“Resulta inútil prolongar esa pausa, llevamos cuatro años negociando y todo está en un punto muerto”, subrayó la senadora.
El Consejo de Europa es una organización internacional que tiene como objetivo principal la defensa y protección de la democracia, el Estado de Derecho y los derechos humanos. Es la institución de este tipo más antigua del viejo continente y engloba a la totalidad de las naciones europeas con la sola excepción de Bielorrusia.