CIUDAD DEL VATICANO, 21 de septiembre (EFE/AFP/AP).- El Papa Francisco viajará este sábado hasta el 25 de septiembre a Lituania, Letonia y Estonia, donde expresará cercanía a las comunidades católicas, y recordará la ocupación soviética y nazi que sufrieron estos países, en una visita que tendrá a Rusia como atento observador.
Un sacerdote lituano que trabaja para la Secretaría de Estado explicó en un encuentro con los medios que no se espera ningún mensaje en el que se hable de Rusia y la relación con estas repúblicas exsoviéticas.
“No me lo imagino enviando mensajes políticos a un país vecino, va contra su naturaleza”, aseguró.
Pero lo que no se descartó con un diplomático “esperemos a oír el discurso” por parte del portavoz vaticano, Greg Burke, es que Francisco haga alguna referencia al respeto de las minorías rusohablantes que se encuentran en estos países.
Francisco arribará a estos países 25 años después de la visita de Juan Pablo II, a los dos años de la desintegración de la Unión Soviética.
Mientras que Juan Pablo II llegó en pleno entusiasmo y mientras aún se retiraban las tropas soviéticas, Francisco viajará a tres países integrados en la Unión Europea (UE) y con pésimas relaciones con los vecinos rusos.
Actualmente se está construyendo una muralla en la frontera entre Estonia y Rusia, y se ha producido el despliegue de mayores efectivos en el territorio de la OTAN, a la que pertenecen los tres países.
La estancia del Pontífice argentino en estos tres países se interpreta también como un nuevo acercamiento entre los católicos y los ortodoxos, especialmente los bajo jurisdicción del patriarca ruso Cirilo.
Habrá dos eventos ecuménicos durante la visita de cuatro días: una oración en Riga el 24 de septiembre y una reunión ecuménica con jóvenes en Tallin el 25 de septiembre.
Sin embargo, como un nuevo jarro de agua fría en las relaciones con los ortodoxos, en la reunión con los jóvenes no participará el nuevo metropolita de Estonia, que sustituye al fallecido el pasado abril.
El Papa quiere sobre todo en este viaje llevar su cercanía a los católicos y recordar las persecuciones que tuvieron que sufrir tanto durante los 50 años de ocupación soviética como durante la invasión nazi.
Por ello, uno de los momentos más impactantes será su visita al Museo de la Ocupación de Vilna. Allí se detendrá en dos de las celdas donde fueron torturados miles de disidentes políticos o simples católicos, así como centenares de sacerdotes, religiosos y ministros luteranos.
Recordará a algunos como el cura lituano Sigitas Tamkevicius, que en 1983 fue detenido e interrogado en esta prisión del KGB soviético y que ahora está proceso de beatificación.
También hará una parada ante el monumento que conmemora el gran Gueto de Vilna, donde vivieron cerca 29.000 judíos aniquilados durante la invasión nazi.
La destrucción total de este lugar se produjo el 23 de septiembre de 1943, día en el que cada año se conmemora el Genocidio lituano, ya que casi la totalidad de los 210.000 judíos del país fueron asesinados.
El viaje comenzará en Lituania donde visitará el santuario de Mater Misericordiae y se encontrará con jóvenes en la plaza de la catedral.
El día siguiente acudirá a Kaunas, donde celebrará una misa en el parque Santakos y mantendrá un encuentro con los obispos y religiosos del país, el único país de mayoría católica, un 80 %, de las repúblicas de la antigua Unión Soviética.
Después irá a Riga, donde, tras reunirse con las autoridades, celebrará un encuentro ecuménico con los católicos, ortodoxos y protestantes del país y visitará la catedral.
En Letonia visitará el importante santuario mariano en Anglona, donde oficiará una misa.
El último día, Francisco lo pasará en Tallin, capital de un país donde el 75 % de la población se declara atea y donde la comunidad católica es de cerca 5.000 personas.
El Papa acepta las renuncias de otros dos obispos
Francisco aceptó las renuncias de otros dos obispos en Chile, mientras se multiplican los escándalos de abuso sexual.
Sin citar razones, el Vaticano dijo que los más recientes en abandonar sus puestos fueron los obispos de San Bartolomé de Chillán, monseñor Carlos Eduardo Pellegrín Barrera, y monseñor Cristian Enrique Contreras Molina, de San Felipe.
A principios de este año, los obispos de Chile ofrecieron su renunciar en grupo, respondiendo a los esfuerzos tardíos de Francisco para limpiar la casa allí.
El anuncio de viernes eleva a siete la cifra de obispos que han renunciado hasta ahora y que Francisco ha aceptado en meses recientes.
Para guiar a las diócesis que encabezaban Pellegrín y Contreras, el Pontífice designó administradores apostólicos.
La diócesis de Chillán fue una de las cuatro donde las autoridades chilenas realizaron redadas la semana pasada en investigaciones del abuso sexual a menores por parte del clérigo y supuestos encubrimientos de la jerarquía.
Arrestado cura acusado de abusos en Nuevo México
Un cura que estaba prófugo tras ser acusado de abuso sexual de menores en Nuevo México fue arrestado el jueves en Nueva York, según documentos publicados el viernes.
Arthur J. Perrault, de 80 años, está acusado de abusar sexualmente de niños en la base Kirtland de la fuerza aérea y en el Cementerio Nacional Santa Fe, según la orden de arresto introducida en el tribunal federal en Albuquerque.
Perrault, quien era capellán de la base de la fuerza aérea, deberá comparecer en el tribunal el viernes en Albuquerque.
En 1992 se dio a la fuga, días antes de que un abogado presentó dos demandas contra la arquidiócesis acusando a Perrault de abusar sexualmente de siete menores en esa parroquia.
Se le descubrió el año pasado en Marruecos trabajando en una escuela de habla inglesa, donde fue despedido.
Perrault, quien trabajaba en la parroquia St. Bernadette en Albuquerque, es uno de muchos curas enviados a Nuevo México desde distintas partes del país para tratamiento contra la pedofilia.
Víctimas y abogados denuncian que en muchos casos esos curas fueron asignados a parroquias y escuelas en Nueva México, especialmente en comunidades hispanas o de nativos americanos.
Perrault está acusado, en numerosas demandas, de abusar sexualmente de por lo menos 38 niños en Nuevo México.
Fue recomendado como docente en la escuela secundaria St. Pius X High School en 1966 por un psicólogo contratado por los Sirvientes de Paracleto, una orden religiosa que administraba un centro de tratamiento para curas pedófilos en Jemez Springs, Nuevo México.