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RIO DE JANEIRO, Brasil, 4 de enero (AP/REUTERS).- Una ola de ataques violentos mantiene en vilo a Ceará, uno de los estados brasileños con los mayores índices de delincuencia y donde en los últimos dos días se registraron 45 atentados contra bancos y edificios públicos.

Hasta el momento fueron detenidas 45 personas vinculadas con los ataques, informó la Secretaría de Seguridad Pública del estado ubicado en el noreste de Brasil.

Ante la gravedad de la situación y con carácter “urgente” el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, conducido por el popular exjuez del Lava Jato Sergio Moro, dispuso el viernes el envío de tropas de la Fuerza Nacional, un organismo que reúne a policías militares de diferentes estados del país.

La decisión de Moro, que responde a un pedido del gobernador de Ceará Camilo Santana, fue elogiada por el presidente Jair Bolsonaro, quien reconoció que la situación se agravó en las últimas horas.

“El pueblo de Ceará necesita ayuda en este momento”, dijo Bolsonaro durante una ceremonia de cambio de mando de la Aeronáutica.

Para el ultraderechista el combate a la criminalidad es uno de los principales desafíos de gobierno en un país en el cada año se cometen más de 60,000 homicidios. Bolsonaro convirtió en uno de los ejes de la campaña que lo llevó a la presidencia la tolerancia cero con los delincuentes.

La motivación y origen de los delitos se desconoce, pero funcionarios del gobierno estatal creen que se trata de una venganza de grupos criminales por el supuesto nuevo rigor que se aplicaría en las cárceles.

El martes, el secretario de Administración Penitenciaria de Ceará, Luis Mauro Albuquerque, dijo que no reconocería facciones criminales y que los presos dejarían de ser divididos según su afinidad con esas organizaciones. Apenas horas después comenzaron los ataques que ya han alcanzado 14 ciudades además de la capital, Fortaleza.

Los criminales destruyeron entradas a edificios y públicos e incendiaron vehículos particulares, camiones y autobuses estacionados en la calle.

Además de los disturbios en la vía pública, el secretario de Seguridad estatal André Costa informó que se registraron casos de desobediencia a la autoridad y un motín en una cárcel de Ceará por el que 250 presos fueron sumariados.

Ley para proteger a policía brasileña

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, continuó estableciendo prioridades para su nuevo Gobierno, destacando el viernes su deseo de que se apruebe rápidamente un proyecto de ley para proteger a los funcionarios de seguridad y medidas para abrir la competencia en el sector bancario.

El líder de extrema derecha advirtió en un tuit que los altos niveles de violencia solo bajarán si se aprueban leyes que eximan a policías y militares de ser procesados cuando estén en servicio activo.

“Los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial tienen que adoptar este compromiso con urgencia”, escribió.

Durante la campaña electoral, Bolsonaro dijo que quería dar tranquilidad a policías y soldados para que puedan realizar operaciones a menudo violentas, al tiempo que abogó por ampliar el acceso a las armas para que la gente pueda defenderse.

Los críticos argumentan que este tipo de medidas solo aumentarán la violencia en las calles y empeorarán el registro de asesinatos en Brasil, que llegó a casi 64,000 personas en 2017, un máximo histórico.