LA HABANA, Cuba, 12 de octubre (EFE).- El nuevo cardenal Juan de la Caridad García Rodríguez ofició este sábado una misa solemne en la Catedral de La Habana, la primera en ese emblemático templo desde que fuera ordenado por el Papa Francisco y que sirvió de bienvenida oficial a la ahora máxima autoridad católica en Cuba.
García Rodríguez (Camagüey, 1948), el tercero que ocupa ese título de alto rango eclesiástico en la isla, sustituyó en 2016 al recientemente fallecido cardenal Jaime Ortega como arzobispo de la arquidiócesis de la capital, en cuya sede agradeció hoy las muestras de cariño y el apoyo de la multitud de fieles reunidos.
En su breve homilía, el purpurado habló de una “Iglesia cubana que camina con los que sufren y a las que tantas personas tocan a sus puertas”, una institución “misionera” y con fuerte presencia durante los 500 años que cumplirá La Habana el mes próximo.
Además, reconoció a los cientos de “sacerdotes que van en bicicleta” y no abandonan a sus parroquias, a “las monjitas y los diáconos” y a los “catequistas de todos los sábados”.
“Esta es la Iglesia que yo he conocido, la Iglesia que me impulsa a imitarla, es la Iglesia que al ser santa me ayudará a ser santo y cumplir la misión que el papa Francisco me ha encomendado”, aseguró.
Por último, el cardenal pidió la intercesión de la Virgen para que el pueblo de Cuba pueda “tener más facilidades y menos dificultades” en una clara referencia a la crisis endémica que sufre la isla a causa de su frágil economía.
Junto a decenas de fieles, asistieron este sábado a la Catedral habanera -ubicada en el Centro Histórico de la ciudad- autoridades civiles, funcionarios del gobernante Partido Comunista de Cuba, diplomáticos y representantes de varias denominaciones religiosas.
El flamante cardenal cubano ya había oficiado una misa en la noche del pasado miércoles, su primer acto litúrgico horas después de regresar de Roma, en el santuario de la Virgen de la Caridad situado en el humilde barrio capitalino de Centro Habana, donde encomendó su nueva misión a los pies de la santa patrona de Cuba.
Nacido en la ciudad de Camagüey (centro), estudió en los seminarios de San Basilio Magno, en Santiago de Cuba, y San Carlos y San Ambrosio, de La Habana, y fue ordenado sacerdote el 25 de enero de 1972 a los 23 años. Se consagró como obispo en junio de 1997.
Actuó como presidente de la Conferencia Episcopal de Cuba de 2006 a 2010 y representó a la isla en la V Asamblea de Obispos de América Latina y el Caribe en 2007, donde se promulgó la Declaración de Aparecida, redactada por el entonces cardenal Jorge Bergoglio de Buenos Aires, después papa Francisco.
El 26 de abril de 2016 Francisco lo nombró Arzobispo de La Habana, sucediendo al cardenal Jaime Ortega, quien se retiró de la vida pública debido a una seria enfermedad por la que fallecería en julio pasado. García Rodríguez fue el encargado de oficiar la misa de despedida a Ortega en la Catedral de La Habana.