Kyler Bourgeous invitó a su pareja con la idea de que no correría peligro, ya que los ataques de estos bóvidos a humanos son raros.
(RT).- Los soldados veteranos dicen que las bombas nunca caen en el mismo lugar, por lo que suelen buscar refugio en los cráteres dejados por los proyectiles de la artillería enemiga, pero esta vieja verdad militar no se cumplió en el caso de un estadounidense que fue atacado en dos ocasiones y en el mismo sitio por bisontes, un animal que no suele ser agresivo.
Kyler Bourgeous, un corredor de pista de 30 años, sufrió un grave ataque de uno de estos bóvidos que le dejó con un colapso pulmonar y varias costillas rotas. Sin embargo, cuando se recuperó por completo, decidió volver tres meses después al parque nacional en el estado de Utah donde había sido atacado, según The Washington Post.
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En esa ocasión fue en compañía de su novia, a la que invitó pensando que no correría peligro, ya que los ataques a humanos de bisontes, que pueden llegar a los 900 kilos de peso, son raros.
Sin embargo, la mala fortuna parece perseguir a la pareja, y esta vez fue su novia la que fue embestida por un bisonte durante la excursión. La joven tuvo que ser hospitalizada con lesiones en un muslo y una fractura de tobillo.
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Pese a lo que podría parecer, la pareja no cometió el error de acercarse de forma imprudente a los bóvidos, ya que tiene experiencia en salidas a la naturaleza y saben cómo hay que portarse ante los animales peligrosos.
"No soy supersticioso, pero tengo la extraña sensación de que no les gusto", concluyó Bourgeous.