Manuel E. Yepe
Trump no tiene suficientes votantes para lograr un segundo mandato. El promedio de aprobación de su trabajo presidencial sigue siendo el más bajo de todos los presidentes modernos de Estados Unidos. Las encuestas muestran que cuenta con el apoyo de una minoría de leales en el electorado, que oscila entre el 39% y el 45%, a veces menos, según el perfil de la encuesta. Pero, si fuera encausado no resultaría destituido de su cargo, siempre y cuando encuentre nuevas personas para que voten por él.
Así lo revela A.B., editora asociada, comentarista y columnista de la revista RealClearPolitics quien ha cubierto el Congreso en Washington D.C. informativamente para diversas publicaciones desde 1994.
Integran el ejército de leales partidarios de Trump, conocido por los “trumpsters”, un gran número de personas tan descontentas con la política de su país que no habían votado en absoluto desde hace muchos años antes de 2016. Pero esta vez su número no alcanzaría para impedir un fallo en su contra ya sea porque han muerto o porque han perdido su fervor, y él necesita más que eso. El equipo Trump, abundante en dinero, necesita encontrarlos.
El más reciente Día Nacional de Inscripción de Votantes, y Eric Trump y otros conocidos trumpsters enviaron recordatorios en Twitter, a celebridades que no lo apoyaron frente a Barack Obama, en 2010 y 2014.
Fue entonces cuando su coalición de votantes fracasó en las elecciones de mitad de período que dieron al Partido Republicano grandes victorias no sólo en el Congreso nacional sino también en las cámaras de representantes estaduales de todo el país.
Twitter, eBay, MTV, Univision y decenas de corporaciones se unieron a 900 bibliotecas, 1,600 organizaciones sin fines de lucro y 600 universidades en un total de 4,000 organizaciones para apoyar el esfuerzo nacional, que comenzó en 2012 para alentar a los estadounidenses a registrarse o actualizar su registro. Aunque el recuento de este año no ha sido reportado, el “día festivo” del año pasado produjo más de 800,000 inscripciones de votantes antes de las elecciones parciales.
La tarea de la campaña de Trump es localizar a grupos de votantes no registrados o de baja propensión a hacerlo, en lugares donde Trump esté posicionado para ganar. Su fuerza en la Florida, por ejemplo, podría reforzarse con la participación de algunos de los 75,000 votantes que no votaron en 2016 en el condado de Escambia, que ganó Trump por un amplio margen. Florida será un campo de batalla clave, uno que Trump necesita desesperadamente mantener en su columna después de que el Partido Republicano ganara por poco las elecciones estatales para senador y gobernador en 2018, y se llevó los 29 votos electorales de estado de Florida en 2016 por sólo 112,911 votos. Mientras que los demócratas superan en número a los republicanos en más de 200,000, los votantes republicanos acuden más regularmente. En un mitin este año en Orlando, un súper PAC de Trump conectó a 3,000 personas con el sitio web de registro de votantes del estado.
Y aunque el número de inscripciones en Michigan se ve más optimista para los demócratas, y la campaña de Trump está preocupada de que Trump no pueda ganar el año que viene, su equipo todavía está poniendo mucho personal y dinero en el estado que llevó la última vez con 10,704 votos. Según un estudio de Associated Press, unos 50,000 votantes que no se presentaron en 2016 podrían estar allí para la toma de Trump en el condado de Ottawa, cerca de Grand Rapids, donde duplicó la votación total de Clinton en 2016. Los votantes no registrados en el Medio Oeste tienden a ser blancos no universitarios que probablemente apoyarían a Trump.
Muchos pronosticadores asumen que los votantes movidos por él que acudieron a ejercer el sufragio en 2016, pero no en 2018, cuando no estaba Trump en la papeleta, tienen más probabilidades de votar el próximo año que los demócratas que pueden haberse saltado la votación en 2016 y 2018. Pero un hallazgo de Pew mostró que la composición de los votantes registrados que se quedaron en casa en 2016 —los demócratas sostienen que no estaban motivados para apoyar a Clinton y por lo tanto le costaron la elección— eran de hecho en su mayoría demócratas por un margen de 55%-41%.
En este punto, aumentar el número de votantes registrados en todos los lugares correctos no le dará a Trump otro mandato. Sólo lo haría la votación real del 3 de noviembre de 2020. No sabemos quiénes votarán; las encuestas no son votos y los votantes registrados tampoco lo son.
Pero una inversión masiva de recursos para crear nuevos votantes por Trump es la única manera en que tiene el magnate para ganar, concluye en su pronóstico A. P. Stoddard.