Llama a mantenerse “en estado de emergencia” para defender la democracia
LA PAZ, Bolivia, 23 de octubre (EFE/AFP/REUTERS).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, calificó de “golpe de Estado” las denuncias de la oposición de fraude electoral y llamó a sus seguidores a mantenerse “en estado de emergencia” para defender la democracia ante quienes no reconocen que va a ganar en primera vuelta por cuarta vez consecutiva.
“Quiero denunciar ante el pueblo y el mundo que está en proceso un golpe de Estado. Ya sabíamos, se preparó la derecha con apoyo internacional”, dijo Morales en una rueda de prensa con corresponsales en la que no aceptó preguntas.
Morales se vio ya vencedor “por cuarta elección consecutiva”, mientras el recuento oficial de votos llega a casi el 97 por ciento, con un 46,49 por ciento a su favor y un 37,01 para el opositor Carlos Mesa.
Este porcentaje (al cierre de esta sección) situaba al mandatario boliviano a solo un 0,52 por ciento de votos para evitar una segunda vuelta.
La ley indica que para ganar en primera vuelta un candidato debe obtener 50% más uno de los votos o lograr 40% y tener una diferencia de al menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo postulante más votado.
El presidente auguró que contará con mayoría parlamentaria, “a poco” de mantener los dos tercios con que cuenta ahora, y destacó que saca más de medio millón de votos de ventaja a Mesa.
Estado de emergencia
Evo Morales dijo que su partido, el Movimiento al Socialismo, no va a entrar en la confrontación, porque aguanta “humildemente” las protestas que vive el país desde el pasado lunes.
No obstante, llamó a los suyos a mantenerse en “estado de emergencia y movilización pacífica para defender la democracia”.
Morales acusó a los opositores de obstaculizar el recuento de votos, con actos violentos como ataques a sedes del órgano electoral en varias regiones y a locales de campaña de su partido.
“No estamos en tiempo colonia y ni de monarquías para designar presidentes” al margen de la voluntad popular, advirtió antes de reiterar el llamado a sus bases “a organizarse para defender la democracia”.
“Casi segurísimo que con el voto de las áreas rurales vamos ganar en primera vuelta”, manifestó, para denunciar que la derecha no quiere reconocer su triunfo.
Hizo hincapié en que no es responsable “del enfrentamiento entre bolivianos” y acusó a la derecha de “instigar al odio y desconocer el voto del movimiento indígena. Vuelve el racismo”.
El mandatario alertó de que los paros de protesta convocados en algunas regiones del país para esta jornada solo perjudican la economía y los calificó de políticos. “Un golpe de Estado”, agregó.
Llamado de oposición
En tanto, opositores y organizaciones sociales hicieron un llamado a defender en las calles “el voto ciudadano y la democracia” ante sospechas de presunto fraude.
El conteo volvió a paralizarse debido a que en tres regiones donde ocurrieron ataques al tribunal electoral no han podido cerrar el recuento.
El miércoles en la madrugada grupos opositores atacaron oficinas electorales en Santa Cruz y Beni, en el oriente, informó la policía.
En Santa Cruz, bastión opositor, se enfrentaron en una barriada grupos a favor y en contra de Morales. Esa región declaró una huelga “en contra del fraude y en defensa del voto”.
La renuncia la víspera del vicepresidente del TSE, Antonio Costas, agravó la crisis de ese órgano cuyos miembros fueron elegidos por la Asamblea Legislativa que controla el gobernante Movimiento al Socialismo.
Una huelga nacional convocada por sectores ciudadanos contrarios a la reelección del presidente boliviano, Evo Morales, se cumplió este miércoles de forma parcial en algunas ciudades del país como la oriental Santa Cruz, donde esta madrugada un grupo incendió el tribunal departamental electoral.
El candidato opositor Carlos Mesa pidió este miércoles a la comunidad internacional que esté vigilante para evitar que el presidente de Bolivia, Evo Morales, convierta al país en una dictadura.