Una mujer que fue condenada a prisión por espiar para Rusia regresó a su patria el sábado, deportada por Estados Unidos, después de cumplir su sentencia de cautiverio. Se trata de Maria Butina, una activista por los derechos de portar armas y quien buscaba infiltrarse en los grupos políticos conservadores de Estados Unidos y promover los intereses de Rusia en el momento en que Donald Trump subió al poder.