Por Marina MenéndezFotos: Lisbet Goenaga(Especial para Por Esto!)
LA HABANA, Cuba.- Con la expectativa imaginada luego de la afluencia de personas observada en los bancos para obtener tarjetas con respaldo en divisas, muchos habaneros amanecieron este lunes ante las tiendas donde compran artículos antes importados.
Neveras, refrigeradores de dos puertas, lavadoras automáticas, acondicionadores de aire conocidos como split, equipos de televisión de gran formato, y partes y piezas de vehículos junto a las ahorrativas y por eso muy en boga motos eléctricas —conocidas en otros puntos del país como motorinas—, estaban en las vidrieras junto a otros productos, que en algunos lugares provocaron fila antes de que abrieran.
Son 12 los establecimientos que entraron en funcionamiento este lunes en la capital y uno en la oriental provincia de Santiago de Cuba: un adelanto del total de 77 previstos en todo el país.
Precios que fluctuarán de acuerdo con el comportamiento del mercado internacional, y en correspondencia con la calidad y prestaciones de los productos, los servicios de posventa y la garantía, hacen viable esta opción para quienes los importaban si viajaban, o los encomendaban a terceras personas que iban “fuera”.
El Ministerio de Finanzas y Precios ha facultado a esta cadena de tiendas para conformar los precios de venta, diseñados en la idea de reducir hasta un 50 por ciento el margen de distribución, pero cubriendo los costos y gastos logísticos. Según se ha anunciado, un equipo de monitoreo velará por que los precios no sean violados así como de su actualización, atendiendo a los costos de producción y de importación. Ello debe hacer las ofertas cada vez más competitivas.
Previamente, las redes de bancos Metropolitano, Popular de Ahorro, y de Crédito y Comercio, iniciaron la habilitación de cuentas con respaldo en moneda libremente convertible a personas naturales, para su operación mediante tarjetas magnéticas: ese es el único modo de pago permitido, pues estas tiendas no operarán con dinero.
Solo a la línea de Banco Metropolitano acudieron hasta el fin de semana unas 10,000 personas, lo que habla de la aceptación de esta medida.
También se aceptan pagos en los nuevos establecimientos con las tarjetas internacionales Visa, Mastercard y Ais.
Al dar a conocer la medida hace dos semanas, el ministro de Economía, Alejandro Gil, explicó los beneficios que reporta no solo para el cliente —que también puede informar a la tienda del surtido que necesita— sino para la economía nacional, por la entrada de divisas que permitirá, al evitar su fuga hacia el mercado extranjero.
Ello potenciará el desarrollo de la industria local, facilitando producciones para las cuales no falta intelecto ni recurso humano, sino ingresos.
Desde luego, la industria cubana no podrá solventar todo de momento para satisfacer las necesidades de los clientes, razón por la cual importará, al tiempo que crece la producción nacional.
Los cubanos sin acceso a moneda libremente convertible (se aceptan dólares estadounidenses, euros, libra esterlina, dólar canadiense, franco suizo, peso mexicano; las coronas danesa, noruega y sueca, y el yen japonés, siempre según el cambio del billete verde), seguirán acudiendo a los establecimientos que venden en el peso convertible cubano (CUC) y también se beneficiarán, pues hallarán rebajas en los precios de algunos productos.
Pero también ellos pueden obtener sus tarjetas magnéticas en moneda libremente convertible, si usan su dinero en CUC o en CUP (peso cubano) para comprar la divisa y luego obtener su tarjeta, según ha informado la ministra presidente del Banco Nacional de Cuba, Irma Margarita Martínez.
La decisión ha sido bien recibida por la población, y muchos se preguntan por qué no se aplicó antes una modalidad de venta que evita comprar fuera o encomendar la compra a terceros con el consiguiente gasto que ello significa. Y, además, se queda en Cuba divisa que se iba, y obtiene otro orificio para el oxígeno la economía nacional, cada vez más golpeada por las ilegales medidas punitivas de la administración Trump, que en los últimos días prohibió a sus aerolíneas volar a las provincias cubanas, con excepción de la capital, y se empeña en paralizar el país, impidiendo la llegada de petróleo.
Las autoridades cubanas encabezadas por el presidente Miguel Díaz-Canel han llamado a la resistencia con creatividad, y este paso puede ser un buen ejemplo.