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WASHINGTON, EE.UU., 22 de febrero (EFE).- El presidente de EE.UU., Donald Trump, inició este viernes el proceso para excluir de la financiación pública a las clínicas de planificación familiar que ofrecen abortos o desvían esos procedimientos a otros especialistas, en un gesto que busca satisfacer a su base electoral más conservadora.

El Departamento de Salud de EE.UU. publicó hoy en su web el borrador definitivo de la norma, anunciada el pasado mayo, y que entrará en vigor dentro de 60 días, cuando sea publicada en el Registro Federal, el diario oficial del Gobierno en el que se difunden leyes, disposiciones y avisos públicos.

Las leyes ya impiden que los abortos sean financiados con fondos públicos; pero la nueva norma establece que los centros de planificación deben tener una “clara separación física y financiera” entre los servicios de salud subvencionados por el Gobierno y los que ofrecen para abortos, financiados de forma independiente.

La norma afecta directamente a Planned Parenthood, el mayor grupo de planificación familiar de EE.UU. y que, sin ánimo de lucro, ofrece asesoramiento sobre anticonceptivos, tratamiento para enfermedades de transmisión sexual, pruebas para la detección del cáncer y practica abortos.

Planned Parenthood se ha convertido en blanco de ataques por parte de grupos contrarios al aborto y que votaron a favor de Trump en las elecciones presidenciales de 2016.

En un comunicado, la organización consideró que esa “clara separación física y financiera” entre servicios sanitarios y de aborto no contribuye a la salud de los pacientes.