MANAGUA, Nicaragua, 9 de marzo (EFE).- El Gobierno de Nicaragua que preside el sandinista Daniel Ortega exhortó este sábado a la comunidad internacional a suspender toda sanción contra el Estado nicaragüense en el marco de la crisis sociopolítica que estalló en abril pasado y que ha dejado cientos de muertos, de detenidos y miles en el exilio.
En un comunicado, en el que dio a conocer cinco puntos de la agenda para ser discutidos en la mesa de negociación que mantiene con una alianza opositora, el Ejecutivo hizo “un llamado a la comunidad internacional a suspender toda sanción en contra del pueblo nicaragüense, para facilitar el derecho al desarrollo humano, económico y social de Nicaragua, favoreciendo a los sectores más vulnerables de la población”.
El Gobierno sandinista hizo ese llamado un día después de que la Conferencia Episcopal de Nicaragua declinará participar como testigo y acompañante en la mesa de negociaciones, con la que buscan superar la crisis que estalló en abril pasado.
También luego de que su contraparte en el diálogo, la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, anunciara que reconsiderará su participación en ese foro tras la decisión del Episcopado de no participar en ese proceso y exigieran al Ejecutivo diera “señales de voluntad política” para continuar con las negociaciones.
Sobre Nicaragua penden más sanciones de EE.UU. con la Ley Magnitsky Nica, y la amenaza de la Unión Europea de otras medidas similares contra Ortega y sus allegados.
Además, el Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ha comenzado a aplicar la Carta Democrática Interamericana a Nicaragua, lo que podría culminar con su suspensión del organismo continental.
En su comunicado, el Gobierno explicó que presenta cinco puntos de agenda porque están “comprometidos con el fortalecimiento de la democracia y el respeto al orden constitucional de Nicaragua, y tomando en cuenta que las elecciones presidenciales y legislativas están establecidas para el 2021”, con lo que descarta adelantar las elecciones, que es una de las demandas de diversos sectores.
El Ejecutivo plantea fortalecer las instituciones electorales en Nicaragua a través de la implementación de las recomendaciones de la misión de acompañamiento electoral de la OEA y propuestas de reformas electorales, que “perfeccionen” procesos electorales, libres, justos y transparentes.
Diálogo en el limbo tras negarse obispos a mediar
Las negociaciones entre el Gobierno de Daniel Ortega y una alianza opositora con la que buscan superar la crisis que vive el país desde abril pasado quedaron este viernes en el limbo, tras la decisión del Episcopado nicaragüense de no participar como testigo y acompañante de ese proceso.
La decisión de la Conferencia Episcopal provocó que la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, la contraparte del Gobierno en la mesa de negociación, anunciara que reconsiderará si sigue o no en la mesa de negociación, que comenzó el 27 de febrero pasado.