JERUSALÉN, Israel, 9 de abril (AFP/Reuters).- El primer ministro Benjamin Netanyahu reforzó sus posibilidades de victoria en las elecciones legislativas realizadas en Israel, indicó la prensa local citando resultados parciales y sondeos actualizados.
Dos sondeos realizados a boca de urna, divulgados por canales israelíes de televisión, pusieron al partido de Netanyahu, el derechista Likud, con una ventaja de apenas una banca sobre su adversario Benny Gantz y su partido Azul y Blanco.
En cambio, otro sondeos apuntaba que el Likud se encaminaba a obtener 40 de las 120 bancas en el parlamento, contra 35 del partido Azul y Blanco.
Uno de los sondeos mostró que Netanyahu se encontraba en mejores posibilidades de formar una nueva coalición de gobierno.
Tanto Netanyahu como Gantz reivindicaron la victoria en las elecciones, aunque los primeros resultados mostraban a los dos candidatos disputando codo a codo el liderazgo.
Netanyahu busca un quinto mandato aunque enfrenta la posibilidad real de ser imputado formalmente por cargos de corrupción.
Gantz, en tanto, un ex jefe militar y en su primera elección como candidato, representó junto a su partido de centro derecha una formidable oposición a Netanyahu.
Algunos analistas políticos advirtieron que era muy pronto como para determinar el resultado, a muchas horas de que se conozca el recuento final.
Si gana, Netanyahu, de 69 años, logrará un quinto período al mando del Estado judío, un récord, y se convertirá este verano boreal en el primer ministro de Israel que más años ha estado en el cargo.
“El bloque de derecha liderado por Likud ha obtenido una clara victoria”, aseguró Netanyahu en un comunicado. “Comenzaré a formar un gobierno de derecha con nuestros socios naturales este misma noche”.
“Somos los vencedores”, afirmó Gantz. “Queremos agradecerle a Benjamin Netanyahu por su servicio a la nación”.
Durante la campaña, los partidos rivales se acusaron mutuamente de corrupción, fomentar el fanatismo religioso y ser blandos en materia de seguridad.
Netanyahu destacó su estrecha relación con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien generó la profunda molestia de los palestinos al reconocer en 2017 a Jerusalén como la capital de Israel y trasladar la embajada de Washington a la ciudad santa en mayo pasado.