JARTUM, Sudán, 25 de abril (AFP).- - Jartum, la capital de Sudán, recibió este jueves una multitud de manifestantes para la “marcha del millón” convocada por líderes de la protesta civil, a pesar de las discusiones con los militares sobre el traspaso del poder a una autoridad civil.
Un Consejo Militar de transición ocupa el poder en Sudán desde el derrocamiento por parte del ejército del presidente Omar Al Bashir el 11 de abril ante la presión popular.
“Queremos que se vaya el Consejo Militar, queremos un gobierno civil”, explicó Adam Ahmed, un estudiante de Medicina que, como muchos sudaneses, acudió el jueves ante la sede del ejército, donde se lleva a cabo una sentada permanente desde el 6 de abril.
La víspera, tres generales de los 10 miembros del Consejo Militar dimitieron.
Por primera vez, jueces, vistiendo toga, marcharon el jueves desde la Corte Constitucional para reclamar “la independencia” del sistema judicial y rechazar “cualquier intervención política”, afirmó uno de ellos a los periodistas.
Pero, a su llegada al cuartel general del ejército, algunos manifestantes los recibieron con ira, acusándolos de haber dictado fallos favorables al régimen de Al Bashir en el pasado.
Grupos de mujeres, particularmente activas desde que empezara la movilización el 19 de diciembre, enarbolaban banderas sudanesas y cantaban.
También se registraron concentraciones en otros cinco estados del país, uno de ellos en la región de Darfur, en conflicto, en respuesta a la convocatoria de la “marcha del millón” lanzada por la Alianza por la Libertad y el Cambio (ALC), que reúne a las principales formaciones del movimiento de protesta.
Ante la creciente presión, los militares anunciaron el miércoles por la noche un “acuerdo” con la Alianza por la Libertad y el Cambio (ALC) “sobre la mayoría de las exigencias presentadas” por esta coalición de las principales fuerzas del movimiento de protesta, sin dar más detalles.
“Comité conjunto”
En un comunicado en Twitter, la Asociación de Profesionales Sudaneses (SPA), punta de lanza de la protesta que forma parte de la ALC, vio en esta reunión una etapa hacia un “reforzamiento de la confianza” entre las dos partes.
La SPA informó de la creación de un “comité conjunto” para “discutir problemas pendientes”.
Poco después de la reunión, el Consejo Militar anunció sin brindar explicaciones la dimisión de tres de sus diez miembros, los tenientes generales
Omar Zain al Abdin, Jalaludin Al Sheij y Al Tayieb Babikir.
El martes y miércoles, cientos de personas llegadas desde otras ciudades de Sudán como Madani y Atbara (centro) se habían sumado a los manifestantes, según testigos.
Uno de los líderes de la protesta, Siddiq Faruk, había amenazado el miércoles con una “huelga general” en todo el país si el Consejo Militar no
aceptaba las reivindicaciones de los manifestantes.
La revuelta, que se inició el 19 de diciembre tras la decisión del gobierno de Bashir de triplicar el precio del pan, se transformó rápidamente en una inédita protesta contra el mandatario hoy en día derrocado y detenido, y de manera más amplia contra todo el sistema.
El movimiento recibió esta semana el apoyo de Estados Unidos que dijo sostener “la demanda legítima” de los sudaneses de un gobierno a cargo de civiles.