(The Guardian).- David Belnap estaba parado en el campus universitario de Carolina del Norte, sufriendo los dolores del último tiroteo en una escuela de EE. UU. mientras sostenía una vela y llevaba una camiseta hecha en casa que decía "Riley Howell es un héroe" escrito en la parte posterior.
Howell murió en su salón de clases el martes, en la Universidad de Carolina del Norte (Charlotte), embistiendo y tacleando a un hombre armado que lo mató a él y a otro estudiante y heriría a otros cuatro con una pistola obtenida legalmente, dijeron las autoridades.
El pistolero debe comparecer en la corte el jueves.
La decisión de Howell de luchar por las vidas de otros se ajusta a su personaje, dijo Belnap el miércoles en una vigilia con velas en el campus la noche después del tiroteo.
"Se parece mucho a algo que él haría. Quiero que ese sea su legado, que perdió su vida para proteger a quienes le importaban", dijo el estudiante de segundo año sobre su amigo.
Howell, de 21 años, probablemente pasó por los mismos ejercicios en caso de tirador activo que muchos otros estudiantes de su generación. Se les enseñó a huir si pueden, a esconderse si no pueden huir y si surge una situación horrible en la que un hombre armado impide esas dos opciones, lucha por sus vidas.
Howell derribó al atacante y le dio suficiente tiempo al primer oficial que llegó el aula para capturar a Trystan Andrew Terrell, dijo Kerr Putney, jefe de policía de Charlotte-Mecklenburg.
El pistolero tenía muchas municiones y, aunque los detectives no están seguros de si estaba apuntando a alguien específicamente, saben que eligió el Edificio Kennedy y no parecía que iba a dejar de disparar antes de que Howell lo tacleara, dijo Putney.
"Su sacrificio salvó vidas", dijo el jefe.
Howell estaba con compañeros de clase para presentaciones de fin de año en una clase de antropología cuando ocurrió el tiroteo.
En un comunicado, UNC-Charlotte dijo que todas las víctimas eran estudiantes, cinco de Carolina del Norte y una internacional.
Howell, de Waynesville, y Ellis R Parlier, 19 de Midland, fueron asesinados.
Los heridos fueron Sean Dehart, 20, y Drew Pescaro, 19, ambos de Apex; Emily Houpt, 23, de Charlotte; y Rami Alramadhan, de 20 años, de Saihat, Arabia Saudita.
Terrell, de 22 años, fue acusado de dos cargos de asesinato, cuatro cargos de intento de asesinato y otros cargos.
El motivo no está claro.
Terrell había estado matriculado en la escuela, pero se retiró este semestre, dijo la vocera de UNC-Charlotte, Buffy Stephens. El jefe de la policía del campus, Jeff Baker, dijo que Terrell no había aparecido en su radar como una amenaza potencial.
"Acabo de entrar a un aula y les disparé a los muchachos", dijo Terrell a los reporteros el martes cuando los agentes lo llevaron esposado a un edificio de la ley.
Terrell está bajo observación bajo custodia policial, y su padre y su abogado no han podido hablar con él, dijo Paul Rold, su abuelo.
Rold dijo desde su hogar en Arlington, Texas, que Terrell presenta el espectro autista, es "inteligente a su manera" y aprendió idiomas extranjeros. Dijo que su nieto no es muy sociable.
En la vigilia del miércoles por la noche, el presidente del cuerpo estudiantil, Chandler Crean, se enjugó las lágrimas cuando el canciller de la escuela dijo que no podían salir sin cambios desde el tiroteo del martes, pero que podrían salir más fuertes. Más tarde dijo que la universidad necesita aprovechar el impacto de lo que sucedió para mejorar el mundo.
"Lo que pasó ayer no puede volver a ocurrir", dijo Crean.
El padre de la novia de mucho tiempo de Howell dijo que las noticias de que se había enfrentado al tirador no eran sorprendentes. Kevin Westmoreland, cuya hija Lauren salió con Howell durante casi seis años, dijo que Howell era atlético y compasivo y que habría sido un buen bombero o paramédico.
"Si Lauren estuviera con Riley, él se pararía frente a un tren para ella si tenía que hacerlo", dijo Westmoreland. "No me di cuenta de que podría llegar a eso para otra persona".