WASHINGTON, EE.UU., 11 de junio (Reuters/AFP).- La líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, dijo el martes que está “harta” de hablar del presidente Donald Trump y lo acusó de desviar la atención de los temas importantes al polemizar sobre el comercio y el estado de las manufacturas del país.
“Estoy harta de él. Ni siquiera quiero hablar de él”, afirmó la influyente legisladora en una conferencia en Washington, en respuesta a una pregunta sobre la más reciente arremetida del mandatario republicano.
Consultada en la conferencia sobre cómo se toma los insultos que le dirige el presidente, Pelosi respondió: “Simplemente veo de dónde vienen. Mi posición mejora cada vez que él me critica, así que, ¿qué puedo decirles?, pero no pasemos tanto tiempo hablando de esto porque esa es su victoria, es un comandante en jefe dedicado a desviar la atención”.
Trump no había utilizado tantas referencias hostiles contra Pelosi como en el caso de otras figuras políticas, pero en las últimas semanas la situación cambió cuando los demócratas intensificaron sus cuestionamientos al presidente y hablaron sobre la posibilidad de someterlo a un juicio político.
Pelosi se negó a confirmar los reportes de medios que indicaron que les dijo a sus colegas demócratas que Trump debería estar en prisión, en lugar de ser impugnado, debido a su comportamiento en torno a la investigación del fiscal especial Robert Mueller por la interferencia electoral de Rusia en 2016.
Sin embargo, afirmó respecto a la posibilidad de una impugnación: “No está descartada”.
Nuevos recursos
La Cámara de Representantes adoptó el martes una resolución que permitirá a los demócratas iniciar con mayor facilidad demandas contra el gobierno de Donald Trump.
Mayoritarios en esa cámara, los demócratas sugirieron inicialmente que organizarían una votación en el plenario para acusar al secretario de Justicia, Bill Barr, de violar las prerrogativas del Congreso.
Le reprochan haber ignorado mandamientos judiciales relacionados con la investigación del fiscal especial Robert Mueller sobre la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
Pero el lunes los legisladores opositores anunciaron que la secretaría de Justicia había aceptado entregar al Congreso documentación relacionada con la investigación.
La resolución finalmente aprobada, que no contó con los votos republicanos, permite que el presidente demócrata del Comité Judicial inicie procedimientos judiciales federales directos contra Barr, así como contra el exjefe de los servicios legales de la Casa Blanca, Don McGahn, sin que se requiera una votación en ese sentido en el plenario.
En términos más generales, autoriza a los presidentes de los comités de la Cámara de Representantes a que también inicien acciones judiciales directas para hacer cumplir sus mandatos, siempre que reciban la luz verde de los servicios legales de la cámara.
Ante la repetida negativa del gobierno de cooperar con las investigaciones parlamentarias, las voces a favor de la apertura de un procedimiento de juicio político contra Donald Trump son cada vez más numerosas entre los demócratas.
Pero los líderes del partido en la cámara rechazan esa opción, al considerar que no tiene posibilidad alguna de ser aprobada luego por el Senado, donde los republicanos son mayoritarios.
“Nada divide a nuestro país más que un juicio político”, dijo Nancy Pelosi.