Ashleigh White compartió a través de las redes sociales la historia de su bebé, Noah Tindle, quien casi pierde el ojo luego de que le contagiaran herpes con los besos que recibió en el rostro el día de su bautizo.
La joven madre relata que su bebé contagiado el día de su bautizo , en South Yorkshire, Inglaterra, de virus del herpes simple (HSV-1). El pequeño de apenas semanas había recibido besos en la cara por parte de los invitados.
A los pocos días del bautizo, se dio cuenta que el ojo de su hijo estaba inflamado. Buscando en internet, leyó la historia de una madre cuyo hijo pasaba por un caso parecido por lo que decidió llevarlo al doctor. Le practicaron varios estudios y determinaron el pequeño Noah había contraído herpes simple.
El virus estaba en su párpado, pero logramos detectarlo antes de que pudiera entrar en el torrente sanguíneo, aunque no pudo abrir los ojos durante días”, dijo la madre.
White ha compartido desde entonces el desarrollo de la enfermedad de su hijo, para crear conciencia y que adultos se abstengan de besar bebés, puesto que todavía no cuentan con las defensas desarrolladas por completo que los protejan de enfermedades.
Noah tuvo que pasar dos meses y medio en el hospital luego de ser diagnosticado.
En el caso de los adultos, el virus del herpes simple no es peligroso, sin embargo, para los bebés puede ser mortal, por ello se le conoce como el “beso de la muerte”.
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