GINEBRA, Suiza, 19 de junio (EFE).- El príncipe Mohamed bin Salman tiene responsabilidad en el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, afirmó hoy la ONU en un informe que pide más sanciones internacionales contra el heredero de la monarquía saudí y continuar las investigaciones bajo los auspicios del organismo internacional.
El informe de cien páginas, fruto de seis meses de investigación de la relatora de la ONU para las ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, concluye que el asesinato del 2 de octubre de 2018 en el consulado saudí en Estambul (Turquía) “fue resultado de un plan elaborado” y “premeditado” bajo la supervisión de altos cargos de la monarquía.
La muerte del periodista “constituye un crimen en el que otros Estados pueden aplicar la jurisdicción internacional, por lo que pido a éstos que tomen las medidas necesarias”, subrayó en el texto la relatora, quien también citó la existencia de “evidencias creíbles” para investigar la responsabilidad de Bin Salman.
Turquía apoya investigación de la ONU
El Gobierno turco apoya el informe de la ONU que responsabiliza al príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salman, en el asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en octubre pasado y pide ampliar las investigaciones en esta dirección.
“Respaldamos con firmeza las recomendaciones de la relatora” de Naciones Unidas para las ejecuciones extrajudiciales, Agnes Callamard, “para esclarecer el asesinato de Khashoggi y hacer rendir cuentas a los responsables”, escribió el ministro turco de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu en un tuit.
Riad cuestiona credibilidad de investigación de ONU
El ministro de Estado de Asuntos Exteriores saudí, Adel al Yubeir, cuestionó la credibilidad de la investigación publicada hoy por la ONU, que vincula al príncipe heredero Mohamed bin Salman con el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul.
“El informe incluye contradicciones claras y acusaciones sin fundamento que hacen cuestionar su credibilidad”, aseveró Al Yubeir en su cuenta oficial de Twitter, en la primera reacción oficial del reino saudí ante las acusaciones contra el príncipe y otros altos cargos de la monarquía por el asesinato del periodista crítico el pasado octubre.