LA HABANA, Cuba, 18 de julio (EFE).- El Centro de Estudios Avanzados (CEA) de Cuba para el desarrollo de las nanociencias y las nanotecnologías fue inaugurado este jueves como sede nacional para la investigación en ese campo, enfocado principalmente en las áreas de la Biotecnología y la Medicina.
Ubicado al Oeste de La Habana, el CEA tiene carácter multidisciplinar y entre sus principales propósitos está impulsar la presencia del país caribeño dentro del mercado internacional de la bionanotecnología, disciplina que busca construir máquinas a escala nanométrica usando los conocimientos de la biología molecular.
Según el sitio de la Presidencia de la isla, el CEA es un “sueño” del fallecido expresidente Fidel Castro, “concebido e impulsado por el líder de la Revolución y por Fidel Castro Díaz-Balart”, su hijo mayor, quien se desempeñaba como asesor científico del Consejo de Estado de la isla hasta su muerte, en febrero de 2018.
En construcción desde 2006, su apertura estaba prevista para 2016, de acuerdo con reportes de la prensa estatal, que informó hace cuatro años sobre la marcha del proyecto, pensado para desarrollar “desde medicamentos y regeneración de tejidos hasta dispositivos sensores de enfermedades”.
La instalación incluye un grupo de laboratorios para el estudio de la nanoquímica, la nanobiología, la nanocaracterización y la nanoingeniería, además de facilidades para la obtención de nanoestructuras, la visualización a escala nanométrica y el análisis de alta resolución de compuestos y estructuras, adelantaron entonces medios oficiales.
El CEA también está pensado para servir como sede de entrenamiento a jóvenes investigadores.
En enero de 2018 el Gobierno cubano anunció que pondría en marcha un Programa Nacional de Nanociencia y Nanotecnologías para modernizar su industria, sobre todo la farmacéutica y la biotecnológica, en busca de la “plena soberanía tecnológica”.
Aunque los directivos del proyecto reconocieron que esta es una “práctica científica de primer mundo” muy costosa, aseguraron al diario estatal Granma que, si el país no invierte en ella, corre el riesgo de “quedar atrás en la aspiración de contar con productos nacionales de alto valor agregado”.
Durante los últimos 60 años en Cuba se han creado unos 120 centros de investigación donde se han desarrollado vacunas, terapias y medicamentos con éxito internacional.