Un grupo de personas señaladas como miembros de la pandilla MS-13 en EU es acusado de haber participado en una serie de crímenes de sangre, incluidos varios en los que las víctimas fueron masacradas con machetes en el Bosque Nacional de Los Ángeles
Asesinatos así de atroces no se veían en Los Ángeles desde "hacía más de 20 años".
Eso aseguró Nick Hanna, el fiscal general de Estados Unidos para el distrito centro de California, cuando el pasado martes acusó a la pandilla Mara Salvatrucha, también conocida como MS-13, de perpetrarlos.
Una acusación dada a conocer el 16 de julio por las autoridades federales del país señala que un grupo de pandilleros participó en una serie de asesinatos, incluidos varios en los que las víctimas fueron masacradas con machetes en el Bosque Nacional de Los Ángeles.
En una ocasión, indica el documento judicial, una víctima de una pandilla enemiga fue secuestrada, ahogada y trasladada al bosque, donde la descuartizaron con un machete y arrojaron sus restos en un despeñadero, tras extraerle el corazón.
En otros actos violentos, detallaron las autoridades, utilizaron cuchillos y bates de béisbol. Los fiscales federales señalan a 22 supuestos pandilleros, la mayoría por haber asesinado a siete personas en los últimos dos años. Todos permanecen bajo custodia.
La extensa acusación, producto de una investigación de un año por parte de agencias estatales y federales, enumera otros delitos como vandalismo, tráfico de drogas y crimen organizado.
Algunos de los sospechosos aparecen en el documento con apodos como "Desquiciado", "Desastre" o "Bala".
Los acusados son señalados por las autoridades como miembros de la clica Fulton, la unidad "más grande y violenta" de la MS-13 en Los Ángeles.
La acusación señala que "pandilleros jóvenes" exigieron a quienes quisieran entrar en la pandilla, "matar a un rival de MS-13 o a alguien percibido como un adversario".
Además de resaltar la brutalidad de los actos, los funcionarios señalaron a los acusados como miembros de la "clica" Fulton, la unidad "más grande y violenta" de la MS-13 que opera en la ciudad, y que ha visto recientemente "un aumento" de miembros y de víctimas "con el flujo de jóvenes inmigrantes provenientes de Centroamérica".
¿Por qué ahora?
Entre los 22 acusados, 19 son inmigrantes indocumentados de entre 19 y 24 años de edad que llegaron a Estados Unidos en los últimos 3 o 4 años, le dijo a BBC Mundo Thom Mrozek, portavoz del Fiscal General del Departamento de Justicia para el distrito centro de California.
La mayoría de las víctimas, seis de ellas, eran también inmigrantes jóvenes que vivían en el país hacía pocos años.
Una de ellas, la que fue asesinada en marzo del año pasado en el Bosque Nacional de Los Ángeles, era un supuesto rival perseguido por haber tachado un grafiti de la MS-13.
Otra de las víctimas fue un hombre en situación de calle que vivía en un parque "controlado por la pandilla", señala la acusación.
"Estos jóvenes quieren restablecer los niveles extremos de violencia de la Mara Salvatrucha que vimos en Los Ángeles a principios de 1990", señaló Mrozek.
La MS-13 fue integrada en Estados Unidos en la década de 1980 mayoritariamente por salvadoreños, descendientes de estos y otros inmigrantes fundamentalmente de Guatemala y Honduras.
De acuerdo con el funcionario, los asesinatos con machetes "empezaron apenas hace dos años" en Los Ángeles, algo que no documentaban desde hace más de dos décadas.
Que en el pasado hubiera menos delitos tan brutales como los de ahora se debe, indicó Mrozek, a que la Mafia Mexicana ejercía control durante décadas sobre las pandillas de origen latino en la mitad del sur de California, entre ellas la MS-13.
El antecedente
La investigación indica que los acusados están asociados no solo con la clica Fulton, sino con un subgrupo de la pandilla llamado "503", conocido por "adherirse a las raíces violentas de la MS-13 y al nacionalismo salvadoreño".
La subdivisión "503" —se llama así por el código telefónico de El Salvador, explica la acusación— fue conformada en 2015 tras el fin de una tregua firmada en El Salvador tres años antes entre las principales pandillas, Mara Salvatrucha y Barrio 18, y el gobierno.
La mayoría de los acusados tiene entre 19 y 24 años de edad, según informaron los fiscales federales que llevan el caso.
Se le considera una rama disidente de la Mara Salvatrucha que en 2017 negoció con el gobierno salvadoreño fracturar la pandilla a cambio de que sus líderes fuesen trasladados de penales de máxima seguridad a cárceles comunes, según reportó entonces el medio especializado en el tema El Faro, de El Salvador.
"La MS-503 es una facción mínima y artificial, que nunca tuvo poder en las calles, que es donde las pandillas se miden", le dijo a BBC Mundo Roberto Valencia, periodista de El Faro.
Según la acusación de las autoridades estadounidenses, los miembros salvadoreños de la MS-13 que han llegado en años recientes a Los Ángeles se identifican a menudo con el grupo "503".
Aunque los asesinatos con machetes son señalados como una novedad en Los Ángeles, homicidios de esta crudeza han sido atribuidos a la MS-13 en años recientes en la costa este de Estados Unidos, en estados como Nueva York y Massachusetts.
Jóvenes y pandilleros
Algunos de los sospechosos nombrados en la acusación de California eran menores de edad cuando supuestamente cometieron varios de los delitos, le confirmó Mrozek a BBC Mundo.
Los jóvenes inmigrantes, advierten expertos, especialmente los que han arribado recientemente a Estados Unidos, son una población especialmente vulnerable.
Las autoridades mostraron a la prensa esta fotografía para señalar a uno de los sospechosos sosteniendo un machete.
"La clica de Fulton es muy activa en el reclutamiento de jóvenes y eso es una fuente de seria preocupación", le dijo a BBC Mundo la antropóloga de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) Jorja Leap, quien ha investigado extensivamente el fenómeno de las pandillas en Los Ángeles.
La MS-13 tiene alrededor de 20 clicas activas en la ciudad californiana, aunque la policía informó en 2018 que el número de miembros activos había descendido de mil en 2011 a entre 700 y 800 el año pasado, según reportó Los Angeles Times.
Leap compartió que en las zonas donde hay presencia de pandillas que suele visitar en la ciudad hay comentarios de que los pandilleros jóvenes "son más impulsivos y actúan de manera más impredecible".
Para poner en perspectiva el panorama, la profesora recordó que las cifras de homicidios en Los Ángeles decrecieron el año pasado y que, en general, la ciudad es menos violenta que en las décadas de 1980 y 1990. "Durante el auge de la MS-13 se registraban 1.200 homicidios por año. El año pasado hubo unos 300" , dijo.
"¿Respuesta a Trump?"
La académica advierte que, por lo general, las pandillas no quieren llamar la atención de las autoridades y suelen involucrarse en actos violentos para enviar un mensaje.
"No quisiera especular sobre por qué de repente están usando este tipo de brutalidad. ¿Tratan de hacer una declaración sobre lo atroces que son? ¿Están advirtiendo a la gente sobre lo que puede pasar al desobedecer? ¿Están respondiéndole a Trump y demostrando que son una banda brutal?", pregunta Leap.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha denunciado con frecuencia de los peligros de la MS-13 y ha afirmado que los inmigrantes han traído consigo la violencia que este y otros grupos delictivos cometen en sus países de origen.
Sin embargo, los miembros de la MS-13 deportados de Estados Unidos, en particular de El Salvador, fueron quienes inicialmente extendieron la violencia por todo Centroamérica.
Hoy en día, la pandilla es calificada como una organización criminal transnacional con más de 10 mil miembros activos en Estados Unidos y decenas de miles más en Latinoamérica, según estimaciones del FBI de 2009.
Tanto Leap como otros conocedores del problema de las pandillas consideran que el discurso agresivo de Trump, como llamarles "animales" a los delincuentes, podría paradójicamente contribuir a atraer más miembros a las filas de las organizaciones delictivas.
"Esta es la opción más sencilla", apuntó Leap. "A menudo no tomamos en cuenta factores como trauma y enfermedades mentales.
Eso unido a la pobreza y una educación deficiente hace que los jóvenes sean más fácilmente absorbidos por las pandillas". Sobre la violencia "que no se ha visto en 20 años" por parte de la MS-13 que mencionan las autoridades, cabe preguntarse sobre cómo es definida, cuestionó la antropóloga.
"Aunque no había oído de personas utilizando machetes para agredir y matar en Los Ángeles, apuñalar a alguien muchas veces también es atroz, y ha pasado antes. La MS-13 se caracteriza por sus actos de brutalidad y es lo que la diferencia como pandilla", sentenció.