MADRID, España, 25 de julio (EFE/AFP).- La incapacidad de llegar a un acuerdo entre los socialistas españoles y la formación de izquierdas Unidas Podemos (UP) culminó este jueves con el segundo fracaso del candidato Pedro Sánchez para ser investido como presidente del Gobierno, lo que acerca la posibilidad de unas nuevas elecciones.
Después de 48 horas vertiginosas de ofertas y contraofertas entre ambos partidos para cerrar un Gobierno de coalición, Sánchez cosechó otra negativa del Congreso a su investidura, con 124 votos a favor, 155 en contra y 67 abstenciones, con lo que no alcanzó la mayoría simple (más sí que no) que necesitaba.
La votación tuvo lugar tras un corto debate protagonizado por un duro intercambio de reproches entre los dirigentes socialistas y el líder de UP, Pablo Iglesias, quienes se acusaron mutuamente por el fracaso de las negociaciones para ese Ejecutivo de coalición, que hubiera sido el primero de la democracia reciente en España.
Sánchez constató que “el acuerdo no ha sido posible” y lamentó la pérdida de una “histórica oportunidad” para formar un Ejecutivo de izquierdas.
El líder socialista defendió que su obligación era conformar un Gobierno “coherente y cohesionado” y “no dos gobiernos en uno” como pretendía, según dijo, Unidas Podemos.
“Si tengo que formar un Gobierno a sabiendas de que no será útil a mi país, entonces está en lo cierto. No seré presidente ahora”, dijo Sánchez a Iglesias.
El líder de UP pidió “respeto” para su partido y le recordó que en 48 horas no se puede negociar contrarreloj lo que no se acordó en 80 días (tiempo pasado desde la celebración de las elecciones), y menos “filtrándolo todo”, en referencia a la aparición en los medios de comunicación de detalles de las negociaciones, a priori secretas.
“Lo único que les pedimos fue participación proporcional en el Gobierno acorde a los votos”, le dijo Iglesias , quien reiteró su intención de tener “competencias, no sillones”.
En el resto de las intervenciones, Pablo Casado, líder del conservador Partido Popular (PP, el segundo en presencia parlamentaria), señaló a Sánchez que este proceso fue “la historia de un fracaso” y le acusó de protagonizar un “espectáculo bochornoso”.
Por su parte, Albert Rivera, líder del liberal Ciudadanos, atacó a Sánchez e Iglesias por paralizar el país “por un ministerio” y tratar a España como “un botín para repartirse”.
Con el nuevo voto en contra el Congreso, Sánchez se convierte en el primer candidato a la Presidencia del Gobierno de España desde 1978 con dos investiduras fallidas en su haber y, en ambas ocasiones, ha sido con el voto contrario de Unidas Podemos.
Sin embargo, paradójicamente, Sánchez es también el primer presidente del Gobierno que ha alcanzado el Ejecutivo gracias a una moción de censura.
Sin haber obtenido el respaldo de la Cámara en un debate de investidura, Sánchez es presidente del Gobierno en funciones gracias a su victoria en la moción de censura de junio de 2018, que desalojó al conservador Mariano Rajoy del Ejecutivo.
En esa ocasión, Sánchez sí tuvo el apoyo de UP y de los partidos independentistas catalanes y vascos, que en esta ocasión se abstuvieron.
Tras el fracaso de hoy, el rey Felipe VI de España tendría que proponer un nuevo candidato, cuya investidura sería llevada al Congreso en septiembre.
Si transcurridos dos meses desde la primera votación del martes pasado ningún candidato hubiera obtenido el respaldo de la Cámara, el Parlamento quedaría automáticamente disuelto y se convocarían nuevas elecciones que se deben celebrar 47 días después, en este caso el 10 de noviembre.
La posible repetición de las elecciones generales abocaría al Gobierno en funciones a tener que prorrogar para 2020 los Presupuestos en vigor, elaborados en 2018 por el entonces gubernamental Partido Popular, lo que convertiría a estas cuentas en las más longevas de la historia de España.
Sería la primera vez que en España se prorrogan unos presupuestos generales del Estado durante dos años consecutivos.