Abren nueva ruta de viajes Moscú-Varadero
Por Marina MenéndezFotos: Lisbet Goenaga
LA HABANA.— Los tres millones de turistas que han llegado a Cuba durante este año hasta el jueves, confirman la buena marcha de la llamada industria sin humo en un momento en que la economía nacional está atenazada por nuevas sanciones de Estados Unidos que afectan más su desarrollo, y a uno de sus motores principales: el propio turismo.
La noticia fue dada adelantada en Twitter por el titular del ramo, Manuel Marrero, y reiterada después en nota de prensa del Ministerio donde se expresa que “este resultado se alcanza a pesar de las campañas organizadas y dirigidas por el Gobierno de los Estados Unidos para impedir el flujo de turistas a nuestro país”.
El impacto de las medidas restrictivas recientes de la administración de Donald Trump no ha sido pasado por alto por las autoridades cubanas al trazar las perspectivas de este año, ni podrán ser obviadas en los números.
Según fuentes oficiales, el año pasado arribaron a Cuba 850 mil turistas a bordo de 25 barcos crucero que pertenecían a 17 compañías. Es decir, casi un millón de los 4 millones 700 mil vacacionistas que vinieron en 2018. Entre enero y abril del año en curso, sólo los estadounidenses que vinieron en crucero sumaron 142,721.
Ahora, según Trump, los cruceros no pueden atracar en la isla como tampoco pueden venir los ciudadanos de su país que lo hacían en la categoría denominada “encuentros pueblo a pueblo”, prohibición que se sumó a otras restricciones impuestas el propio año pasado a los estadounidenses, para que no vengan.
En diciembre de 2018, no obstante, los planes nacionales eran cumplir en este año un total de 5’100,000 visitantes extranjeros, y un crecimiento del turismo del siete por ciento, según el propio Marrero. Hoy, la expectativa es alcanzar los 4’300,000 turistas que representan una merma en los cálculos de una esfera con impulso creciente, pero no un dato menor.
Mucho por delante
Las potencialidades de esta esfera y la necesidad de impulsarla fueron destacadas por el Presidente Miguel Díaz-Canel durante la última legislatura de la Asamblea Nacional, cuando recordó lo que el turismo aporta al desarrollo económico y social del país, y su modo de defender nuestra cultura, identidad, valores e idiosincrasia.
La apuesta, por tanto, se mantiene, en consonancia con las visitas que se siguen recibiendo desde otros lugares del mundo.
Datos oficiales dan cuenta de que Canadá sigue siendo el país mayor emisor de turistas a Cuba con más de un millón de visitantes en 2018, seguido de los países europeos.
La noticia, en cualquier caso, podría ser la creciente afluencia de visitantes provenientes de Rusia, cuyo mercado turístico se afianza en la Mayor de las Antillas, según comentó hace unos días un diario local al dar cuenta del viaje inaugural del turoperador ruso Coral Glabes y la aerolínea Royal Flight.
Su primer destino en la isla fue el aeropuerto internacional Juan Gualberto Gómez, de la playa de Varadero, donde fue recibido el grupo que incluía a más de 120 agentes de viaje.
Según se supo, la nueva ruta entre Moscú y el balneario se llevará a cabo cada diez días hasta noviembre, mes a partir del cual la frecuencia de vuelos será de dos por semana.
Fuentes oficiales aseveran que el mercado ruso crece a un ritmo de 40.3 por ciento respecto a 2018 en Varadero. Según se ha anunciado, Rusia, precisamente, será el país invitado de honor en la 40 edición de la Feria Internacional de Turismo, que se celebrará en el balneario azul matancero, el año que viene.
Cuatro mil nuevas habitaciones este año
Y el desarrollo de la infraestructura turística cubana sigue adelante. En reciente reunión del Consejo de Ministros que examinó esta actividad en julio se supo que hasta entonces se habían terminado, en lo que iba del año, 2,080 nuevas habitaciones de las más de cuatro mil que se espera concluir en diciembre, en 97 por ciento de las cuales pertenecen a 26 nuevos hoteles.
Y están en marcha proyectos destinados a desarrollar la náutica turística, y el llamado turismo de naturaleza, con acciones en el Valle de los Ingenios, en la patrimonial Trinidad, y en el Segundo Frente, en la provincia de Santiago de Cuba, entre otros.
Existen planes también en lo que se ha identificado como turismo cultural, con el desarrollo de nuevas capacidades de alojamiento en edificios y ciudades patrimoniales, y el rescate de eventos culturales internacionales que marcaron hito, al mostrar al mundo lo mejor del arte de la isla.