MADRID, España, 21 de agosto (AP).- Los primeros pasos para reubicar a los migrantes a los que Italia obligó a permanecer en el mar durante casi tres semanas comenzaron el miércoles, mientras asomaba una nueva crisis con 356 personas rescatadas a bordo de un barco en alta mar.
El buque se encuentra en aguas internacionales a unas 32 millas náuticas de la costa europea entre Malta y la isla italiana de Linosa. Los dos países le han negado el permiso de desembarco. La situación a bordo estaba controlada, dijo el jefe de la misión de SOS Mediterranée, Nick Romaniuk, al diario italiano La Reppublica el miércoles. “Pero no podemos resistir eternamente”, añadió.
El grupo dijo por Twitter que hay gente durmiendo en el piso y que la cantidad de baños es limitada, lo mismo que la capacidad de agua. “Esta gente ha sufrido muchísimo, la mayoría de ellos han pasado por los centros de detención en Libia”, dijo SOS Mediterranée. “Deben desembarcar lo antes posible”.