PORTO VELHO, Brasil, 26 de agosto (AFP/EFE/AP/REUTERS).- Los incendios no dan tregua en la Amazonia, convertida en centro de una crisis ambiental y de tensiones diplomáticas entre Brasil y países europeos, principalmente Francia.
Porto Velho, la capital del estado de Rondonia, amaneció el lunes con una neblina de humo y con olor a quemado, traídos por los vientos de los incendios. El aeropuerto fue cerrado por la mañana durante una hora y media por baja visibilidad.
Dos aviones cisterna Hércules C-130 basados en la ciudad comenzaron su actividad, lanzando decenas de miles de litros de agua en los puntos de incendio de la zona.
Los aparatos forman parte de la operación militar ordenada el viernes por el presidente Jair Bolsonaro, bajo presión interna e internacional. Unos 43,000 soldados de regimientos amazónicos están prontos para entrar en actividad, señaló el ministro de Defensa, Fernando Azevedo e Silva.
Hasta el domingo a las 18:00 GMT se registraron 80,626 incendios en todo Brasil en lo que va de año, un 78% más que en el mismo periodo del año pasado y 1,113 focos nuevos en relación al sábado, según datos del Instituto Nacional de
Investigación Espacial (INPE), de los que más de la mitad queman la región amazónica.
En Brasil, la creciente deforestación provocada para abrir espacio a cultivos o pastoreo agravó la temporada habitual de incendios, según expertos.
El fuego desató una disputa de alto voltaje entre el presidente Bolsonaro y su homólogo francés, Emmanuel Macron, quien planteó la cuestión de la Amazonía en la cumbre del G7, que reunió a los representantes de las mayores potencias económicas del mundo en Biarritz, en el Sur de Francia.
Esa cumbre acordó aportar 20 millones de dólares a la lucha contra el fuego en la Amazonía, con el fin de sumar aviones para controlar el fuego.
También acordó apoyar un plan de reforestación a medio plazo que se dará a conocer en la ONU en septiembre.
El Gobierno de Canadá ofreció este lunes enviar aviones cisternas y 15 millones de dólares canadienses (11,25 millones de dólares estadounidenses) para combatir el fuego.
Carta nacionalista
Bolsonaro, que había acusado a Macron de tener “mentalidad colonial”, afirmó este lunes que el mandatario francés “disfraza sus intenciones” al proponer “una ‘alianza’ de los países del G7 para ‘salvar’ la Amazonía, como si fuésemos una colonia o una tierra de nadie”.
Bolsonaro trata de jugar a fondo la carta nacionalista en un tema con el que los brasileños tanto de izquierda como de derecha se muestran sensibles.
Desde que llegó al poder en enero, Bolsonaro protagonizó varias polémicas con los ambientalistas, llegando a cuestionar los datos del INPE y a paralizar el Fondo Amazonia, financiado por Noruega y en menor medida por Alemania, con fines de preservación de la selva tropical.
Su retórica creó malestar en los sectores del agronegocio, que temen el cierre de mercados para carnes y cereales brasileños por sospechas de que podrían proceder de zonas deforesta.
La carta nacionalista no parece en todo caso haberle dado frutos inmediatos al mandatario.
Macron a Bolsonaro
El presidente francés, Emmanuel Macron, atacó de nuevo este lunes a su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, a quien acusó de “apoyar proyectos económicos nefastos para la selva amazónica” y le avisó de que no le permitirán “destruirlo todo”.
En una entrevista con la televisión pública francesa “France 2” al término de la cumbre del G7 de Biarritz, en el suroeste francés, Macron insistió en que la actitud de Bolsonaro le llevará a no ratificar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur.
El presidente galo reconoció que no se puede considerar a su homólogo brasileño responsable de los incendios que están devastando la selva, pero aseguró que “ha apoyado proyectos económicos que son nefastos” para la Amazonía y “no ha sido claro sobre la reforestación”.
“Respetamos su soberanía, pero en el tema de la Amazonía no podemos dejarle destruirlo todo”, indicó.
Macron reconoció que Europa tiene “una parte de responsabilidad” en la deforestación de la selva porque importa mucha cantidad de soja para la alimentación animal.
Macron criticó duramente las burlas de Bolsonaro y consideró que los brasileños “se avergüenzan” del comportamiento de su jefe de Estado.
“Química nefasta”
La falta de compromiso ambiental y una visión equivocada del desarrollo generaron una “química nefasta” que derivó en el “holocausto” en la Amazonía, aseguró este lunes la exministra brasileña de Medioambiente Marina Silva.
La también activista política y ecologista, quien participa en un encuentro sobre desarrollo sostenible en la capital ecuatoriana, dijo a Efe que hay un conjunto de causas detrás de los miles de focos de incendio que se han registrado en los últimos veinte días y que han afectado parte de la selva amazónica en Brasil.
“La falta de compromiso con la floresta tropical más importante del planeta” y una “visión equivocada del desarrollo, que quiere reproducir en el siglo XXI el mismo patrón de desarrollo de inicios del siglo XX”, se han conjugado para desatar este desastre ecológico, agregó la exministra brasileña (2003-2008).