CIUDAD DE PANAMÁ, Panamá, 16 de enero (AFP).- El Ministerio Público de Panamá acusó este jueves a una secta religiosa de torturar y sacrificar a seis niños y una mujer embarazada, cuyos restos fueron hallados en una fosa común de una comarca indígena.
“Nueve ciudadanos serán imputados en las próximas horas como supuestos responsables de la muerte de siete personas que fueron presuntamente torturadas y sacrificadas”, informó la Fiscalía en un comunicado.
Rafael Baloyes, fiscal superior de la provincia caribeña de Bocas del Toro (noroeste), afirmó en el comunicado que “al parecer se trata de los miembros de una secta religiosa que se dedicaba a hacer ritos, y los cuales se presumen son responsables del hecho”.
Los restos encontrados pertenecen a seis menores de edad de entre uno y 17 años y una mujer, con entre cuatro y seis meses de embarazo y madre de cinco de los menores.
Las autoridades habían informado el miércoles de la liberación de 15 personas que permanecían retenidas y amarradas por una secta religiosa en la comunidad de Terrón, en la comarca Ngäbe Buglé, una zona indígena de difícil acceso en el Caribe panameño, a unos 250 km de Ciudad de Panamá.
El director general encargado de la Policía Nacional, Alexis Muñoz, indicó que los rescatados presentaban lesiones corporales por golpes.