CIUDAD DEL VATICANO, 25 de enero (AP/EFE).- El Papa Francisco exhortó el sábado al presidente de Irak, Barham Saleh, a que garantice la seguridad de los cristianos y que tengan un lugar en el país desgarrado por la guerra.
Saleh se reunió con el Jefe de la Iglesia católica, el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, y el Secretario para las Relaciones con los Estados, monseñor Paul Richard Gallagher, en su segunda visita al Vaticano.
La Santa Sede dijo que el tema de las reuniones fue la promoción de la paz y la seguridad en Irak, en particular para las minorías cristianas, muchas de las cuales huyeron de comunidades que se remontan a la época de Jesús, para evadir la persecución de los milicianos del Estado Islámico.
El Vaticano dijo en un comunicado que se habló de la “importancia de conservar la presencia histórica de los cristianos en el país, del cual son parte integrante, y la importancia de su aporte a la reconstrucción de la trama social, destacando la necesidad de garantizar su seguridad y un lugar en el futuro de Irak”.
Francisco había expresado la esperanza de visitar Irak este año, pero no se ha confirmado el viaje, que no está claro si se realizará en vista de la situación creada por el ataque estadounidense que mató a un general iraní.
Tras el ataque, la legislatura iraquí aprobó una resolución no vinculante de expulsar a las fuerzas estadounidenses.
El Vaticano aludió a las tensiones crecientes al afirmar que las discusiones ponían de relieve la necesidad de que la comunidad internacional “reestablezca la confianza y la coexistencia pacífica”.
Saleh obsequió a Francisco una réplica del Código de Hammurabi, las antiguas leyes babilónicas, al que llamó “símbolo de la paz”.
Francisco entregó a Saleh un medallón y un conjunto de sus documentos magisteriales, uno de ellos referidos a la fraternidad cristiano-musulmana.
Tensiones en Oriente Medio
El Santo Padre abordó con Saleh, los diferentes conflictos y las “graves” crisis humanitarias que se viven en esa región de Oriente Medio, informó la Santa Sede.
El encuentro tuvo lugar en el Palacio Apostólico, en un clima de “cordialidad”, y se habló sobre los retos que actualmente enfrenta Irak y “la importancia de favorecer la estabilidad y el proceso de reconstrucción”, dice el Vaticano en un comunicado.
Para ello apuntaron la necesidad de “alentar la vía del diálogo y la búsqueda de soluciones adecuadas en favor de los ciudadanos y en el respeto de la soberanía nacional”.
Pero sobre la mesa también estuvieron las tensiones que la región vive en estos momentos, con el enfrentamiento entre Irán y Estados Unidos, aunque en la nota no se hace alusión a este particular.
Ambos analizaron “los diferentes conflictos y las graves crisis humanitarias que afligen a la región, subrayando la importancia de los esfuerzos realizados con el apoyo de la comunidad internacional para restablecer la confianza y la coexistencia pacífica”.
La tragedia de Brumadinho
El Sumo Pontífice argentino recordó hoy la tragedia minera de hace un año en Brumadinho (Brasil), en la que perdieron la vida 272 personas, e instó a apoyar a los familiares de las víctimas y a “proteger y reparar” el medio ambiente.
“En este primer aniversario de la tragedia de Drumadinho, oremos por los 272 hermanos y hermanas que quedaron sepultados, y lamentamos la contaminación de toda la cuenca fluvial”, dijo el pontífice argentino en un mensaje de vídeo difundido en sus redes sociales.
El Papa pidió a los fieles que ofrezcan su “solidaridad a las familias de las víctimas, un apoyo a la archidiócesis y a todas las personas que están sufriendo y que necesitan nuestra ayuda”.
Y se encomendó a la intercesión de San Pablo para que Dios “nos ayude a reparar y proteger nuestra casa común”.
El mensaje del pontífice se produce un año después de la tragedia en este pueblo brasileño del sureste, tras el derrumbe de un dique de residuos ferrosos propiedad del gigante minero brasileño Vale que dejó al menos 270 víctimas mortales.
La Fiscalía del país sudamericano ha presentado una denuncia penal por el delito de homicidio contra 16 ejecutivos del gigante minero Vale y de la firma alemana TÜV SÜD por su responsabilidad en el colapso.