Internacional

Operación sin precedentes para el ejército de EE.UU.

WASHINGTON, EE.UU., 3 de enero (AFP) - El bombardeo estadounidense sin precedentes que mató el viernes en Bagdad al general iraní Qasem Soleimani y al líder paramilitar iraquí Abu Mehdi Al Muhandis abre un periodo de incertidumbre para Estados Unidos y sus aliados en la región.

Un tiro de precisión

El Pentágono no entregó detalles de la operación, aunque dejó en claro que el presidente Donald Trump dio la orden de llevarla a cabo.

Según varios medios estadounidenses, se utilizaron drones que golpearon dos vehículos en una carretera que conduce al aeropuerto internacional de Bagdad.

Soleimani, que comandaba las fuerzas especiales Quds de Irán y era considerado como una de las figuras más poderosas del país, viajaba en uno de ellos.

Abu Mehdi Al Muhandis, el número dos de Hashd Al Shaabi, coalición paramilitar mayoritariamente pro-Irán, también murió en el atentado.

Este método de asesinato de miembros de un ejército extranjero refleja más el modus operandi del ejército israelí que de las fuerzas estadounidenses, que típicamente organizan con precisión a sus fuerzas especiales cuando buscan eliminar figuras de alto mando.

Los ejemplos incluyen Osama bin Laden, o más recientemente, el exlíder del Estado Islámico Abu Bakr Al Bagdadi.

Amenaza “inminente”

Estados Unidos ha seguido de cerca los pasos de Soleimani y podría haberlo atacado antes.

El Pentágono aseguró que el general había estado “desarrollando activamente planes para atacar diplomáticos estadounidenses y miembros del servicio en Irak y en toda la región”.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, afirmó que Soleimani tramaba “una acción importante” que amenazaba la vida de cientos de estadounidenses y que era “inminente”.

El jueves por la mañana, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper, advirtió que Estados Unidos no dudaría en tomar “medidas preventivas” si tenía información sobre nuevos ataques.

También dijo que el asesinato de un contratista estadounidense la semana pasada en un ataque con cohete contra una base en Kirkuk, atribuido por Washington a un grupo proiraní, significaba que “el juego había cambiado”.

A través de esta ofensiva, Estados Unidos también está atacando la influencia iraní en Medio Oriente.

Encargado de las operaciones externas de la República Islámica, el poderoso general Soleimani había fortalecido el peso diplomático de Teherán en la región, particularmente en Irak y Siria, dos países donde Estados Unidos está comprometido militarmente.

Abu Mehdi Al Muhandis, era conocido por su virulento antiamericanismo. Según los expertos, era el “enemigo número uno” de Estados Unidos en Irak, donde había trabajado durante décadas una red de tenientes iraníes.

¿Cuáles son las consecuencias?

El precio del petróleo saltó tras la muerte de Soleimani, por los temores del mercado a un aumento de las tensiones en la región.

Irán prometió vengarse. Su aliado, el movimiento Hezbolá de Líbano dijo que el castigo para los responsables será “la tarea de todos los combatientes de la resistencia en todo el mundo”.

Muchos grupos pro-Irán en la región tienen la capacidad de llevar a cabo ataques contra bases estadounidenses en los estados del Golfo, así como contra petroleros y buques de carga en el Estrecho de Ormuz que Teherán podría cerrar en cualquier momento.

También podrían atacar las tropas y bases estadounidenses en Irak, Siria y otras embajadas estadounidenses en la región y atacar a los aliados de Washington, incluidos Israel y Arabia Saudita, incluso países de Europa.

Hay muchas posibilidades. Según la analista Kim Ghattas, del Carnegie Endowment for International Peace, es difícil evaluar lo que sucederá después.

“¿Una guerra? ¿Caos? ¿Represalias limitadas? ¿Nada? Nadie sabe realmente, ni en la región, ni en Washington, porque esto no tiene precedentes”, dijo.

El surgimiento pro-Irán también podría tener consecuencias diplomáticas duraderas para Bagdad.

“Irak corre el riesgo de convertirse en un estado paria, aislado del resto del mundo como Venezuela, Corea del Norte y otros”, dijo un alto diplomático iraquí a la AFP.