En Ivey, Georgia, Estados Unidos, un caso de negligencia parental acaba de llamar la atención de los medios. Se trata de una niña de sólo 12 años, llamada Kaitlyn Yozviak, que murió por un paro cardíaco debido a una fuerte anemia provocada por picaduras de piojos.
Durante tres años, la pequeña vivió con infestación de estos insectos ápteros que llevaron al declive de su salud, según los trabajadores sociales que llevaron su caso.
Ahora, sus padres son señalados por su negligencia, acusados de homicidio y crueldad infantil por haber ignorado los problemas de salud de la menor, según medios locales.
La menor falleció el pasado 26 de agosto siendo atendida en un hospital local después de que su madre la encontrara sin signos vitales en su habitación y llamara a la ambulancia.
En el hospital se le diagnosticó una severa pediculosis que llevaba incubando desde al menos 3 años, situación que le hizo perder hierro en sangre.
Tras el fallecimiento, las autoridades investigaron el domicilio, donde encontraron grandes cantidades de piojos en el colchón de la niña, así como en peluches, ropa y el resto de los muebles.
Tiempo atrás, trabajadores sociales habían denunciado las condiciones de vida de la pequeña, avisando de la peligrosidad de su situación. En 2018 enviaron a la niña a vivir con una tía, pero esto sólo resultó por seis días.
Lo anterior se suma a declaraciones de personal del servicio social que afirmó que la negligencia de los padres fue la peor que hayan visto, así como vecinos que dijeron no haber visto a la niña salir a jugar en su último mes de vida.
Por Redacción Digital Por Esto! MF