Investigadores desarrollaron huevos falsos de tortugas marinas con el objetivo de detectar a las personas que trafican con este producto de manera ilegal en playas de Centroamérica.
Los huevos llamados InvestEggaror forman parte de una investigación y fueron creados por la organización Paso Pacífico con sede en Estados Unidos y en colaboración con la Universidad de Kent, en Reino Unido.
Fueron impresos en tercera dimensión y cuentan con un GPS oculto que permite conocer su ubicación, una vez que son robados de los nidos. Tienen el tamaño de una pelota de ping-pong y no dañan el hábitat natural de las tortugas, las cuales están en peligro de extinción.
Helen Pheasey, autora del estudio, explicó que fueron colocados en 101 nidos de tortugas de cuatro playas de Costa Rica, de los cuales, el 25% fueron robados por cazadores furtivos, de acuerdo con una publicación de la revista Biología.
“Nuestra investigación mostró que colocar un señuelo en un nido de tortuga no daña los embriones en incubación y que los señuelos funcionan” dijo Helen Pheasey.
Al llevarse los huevos carnada, los investigadores pudieron conocer la ubicación de los traficantes, sin embargo no tomaron acciones legales.
“Demostramos que era posible rastrear los huevos extraídos ilegalmente desde la playa hasta el consumidor final como lo muestra nuestro recorrido más largo, que identificó toda la cadena comercial que cubre 137 kilómetros”, explicó Kim Williams-Guillen, experta científica de la organización Paso Pacífico.
Kim Williams-Guillen diseñó los artefactos gracias a una convocatoria del Desafío Tecnológico de Crímenes de Vida Silvestre de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que buscaba proyectos tecnológicos para combatir la caza de vida silvestre.
En zonas de Centroamérica, los huevos de tortugas marinas se venden de manera ilegal a restaurantes, ya que son considerados como un manjar.
Por Redacción PorEsto! RM