Este martes 8 de diciembre, la Secretaría de Salud explicó el programa de vacunación que seguirá el país. El objetivo es atender a las personas dependiendo su rango de edad, así como a las personas que tienen mayor riesgo de contagio como el personal de la Salud.
Ante tal circunstancia surgió una duda sobre cómo actúan las vacunas para atacar enfermedades, en este caso la COVID-19.
De acuerdo con información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), cuando los gérmenes o virus invaden nuestro organismo, atacan y se multiplican. Esta invasión, llamada infección, es lo que causa la enfermedad, que en este caso es la COVID-19.
Como respuesta, el sistema inmunitario tiene herramientas para combatir las infecciones como la sangre, que a su vez contiene glóbulos rojos que transportan oxígeno a los tejidos y órganos, así como glóbulos blancos o inmunitarios que combaten las infecciones.
Hay diferentes tipos de glóbulos blancos que combaten las infecciones de diferentes maneras, están los macrófagos, linfocitos B y linfocitos T.
Una vez que una persona que contagia de una nueva enfermedad, su cuerpo tarda días o semanas en usar todas las herramientas para combatir los gérmenes y vencer a la enfermedad. Una vez que supera la infección, el sistema inmunitario de la persona ya sabe y recuerda lo que aprendió sobre cómo proteger al organismo de la enfermedad, esto es posible gracias a los linfocitos T, que actúan como una especie de memoria, además de ser un tipo de glóbulo blanco que ataca a las células del organismo que ya están infectadas.
¿Cómo actúan las vacunas?
Las vacunas ayudan a desarrollar inmunidad contra el virus sin la necesidad de que tengamos que contraer la enfermedad, por lo que hay diferentes tipos que cada uno ataca de una manera en específico.
Después de que un paciente recibe la dosis, el organismo produce, después de algunas semanas, los linfocitos T y linfocitos B. Estos últimos actúan como defensa y producen anticuerpos que atacan las partes del virus que dejaron atrás los macrófagos, a grandes rasgos recuerdan cómo vencer al virus.
También, de acuerdo con la información de la CDC, es posible que una persona se infecte con el virus que causa el COVID-19 justo antes o después de vacunarse, y que se enferme porque la vacuna no tuvo suficiente tiempo para generar protección.
Después de la vacunación, el proceso de generar inmunidad puede causar síntomas como la fiebre, sin embargo esto es normal y son una señal de que el organismo está desarrollando inmunidad.
¿Cuántas dosis deben aplicarse?
La mayoría de las vacunas contra el COVID-19 deberán aplicarse en más de una dosis. La primera empieza a generar protección y la segunda se administra unas semanas después y es necesaria para lograr la máxima protección que ofrece la vacuna, sin embargo también hay una vacuna en fase 3 de ensayos clínicos que se administra en una sola dosis.
Tipos de vacuna
En la actualidad hay tres tipos de vacunas que se han desarrollado:
1. Las vacunas mRNA contienen material del virus que causa el COVID-19, que instruye a nuestras células para crear una proteína inocua que es exclusiva del virus. Una vez que nuestras células copian esta proteína, destruyen el material genético de la vacuna.
Cuando el organismo reconoce que esa proteína no debería estar presente crea linfocitos T y linfocitos B que recordarán cómo combatir el virus que causa el COVID-19, en caso de contagiarse en el futuro.
2. Las vacunas de subunidades proteicas incluyen porciones inocuas (proteínas) del virus que causa el COVID-19, en lugar del germen completo. Una vez vacunados, el sistema inmunitario reconoce que las proteínas son ajenas a nuestro organismo y crea linfocitos T y anticuerpos, con los que, si nos llegamos a infectar en el futuro, las células de memoria reconocerán al virus y lo combatirán.
3. Las vacunas de vectores virales contienen una versión debilitada del virus vivo, un virus diferente del que causa el COVID-19, con material genético del virus que causa el COVID-19 incorporado (esto se llama vector viral).
Esto es para que, una vez que el vector viral está en nuestras células, el material genético les da instrucciones a las células para que produzcan una proteína que es exclusiva del virus que causa el COVID-19. Con estas instrucciones, nuestras células hacen copias de la proteína. Esto genera en nuestro organismo una respuesta y empieza a crear linfocitos T y linfocitos B que recordarán cómo combatir el virus en caso de contagio.
Con información de CDC.
Por Redacción PorEsto! RM