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LA HABANA, Cuba (Por Pelayo Terry Cuervo, especial para Por Esto!).-Una intensa agenda cumplió este martes en La Habana el cardenal estadounidense Timothy Dolan, Arzobispo de Nueva York, quien visita el país en misión pastoral, en respuesta a una invitación de los Obispos de la Isla y del presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con quien se reunió en horas de la tarde.

Durante el encuentro con Díaz-Canel acompañaron al Cardenal Dolan, el Obispo Auxiliar del condado de Brooklyn, Nueva York, Octavio Cisneros, y el Obispo Emilio Aranguren Echeverría, Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba.

Junto al Presidente de la República participaron el canciller, Bruno Rodríguez, y Caridad Diego Bello, Jefa de la Oficina de Atención a Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba.

En la jornada matutina, Dolan se había reunido con el ministro cubano de Relaciones Exteriores, quien expresó su placer por el encuentro con el alto prelado estadounidense.

Esta es la primera visita de Su Eminencia a la Isla, donde ha sido acogido con hospitalidad y respeto, según indica una nota leída en la emisión nocturna del Noticiero de la Televisión.

Durante su estancia, Timothy Dolan ha sostenido intercambios con miembros de la Conferencia de Obispos Católicos y ha visitado lugares asociados a la actividad de la Iglesia y otros sitios de interés.

También ha oficiado varias misas, entre ellas, en la Basílica Menor de la Virgen de la Caridad del Cobre en Santiago de Cuba y en la Catedral Metropolitana de La Habana.

El religioso estadounidense visitó también la Universidad de La Habana, donde fue recibido por el Doctor Dionisio Zaldívar Silva, vicerrector primero de la institución, quien le ofreció pormenores sobre la historia, presente y principales proyecciones y retos de la casi tricentenaria Casa de Altos Estudios, donde honró al padre Félix Varela, patriota íntegro y sacerdote ejemplar.

En el Aula Magna de la Universidad de La Habana y ante la urna que atesora los restos mortales del presbítero cubano, el visitante enumeró las incontables virtudes del Padre Varela y destacó que en Nueva York se habla de él como pedagogo, filósofo, catedrático, político y un hombre de ciencias, pero también de fe y un excelente pastor.

De acuerdo con reportes de prensa, el Cardenal Dolan resaltó la importancia de encontrarse en ese lugar y seguidamente fue leyendo, una a una las tantas dotes de Varela escritas en latín en su epitafio, la primera de todas, sacerdote inmaculado, y afirmó que para ese cubano imprescindible fue Jesús el mejor profesor de todos los tiempos, la fuente mayor de conocimientos y enseñanzas.

Monseñor Ramón Suárez Polcari, canciller de la archidiócesis de San Cristóbal de La Habana, y monseñor Octavio Cisneros, cubano-norteamericano y obispo auxiliar de la diócesis de Brooklyn, estuvieron presentes en la ocasión y no escatimaron elogios para referirse a “quien nos enseñó primero en pensar”, al decir de José de la Luz y Caballero.

Ambos hablaron del padre Varela como maestro de generaciones de patriotas en el Seminario de San Carlos y San Ambrosio, donde se formaron hombres como Rafael María de Mendive, mentor entrañable del Apóstol José Martí.

Todos hicieron votos por el éxito de una causa que reúne a no pocos en Cuba y el mundo para la beatificación y, por qué no, la canonización del ya hoy venerable presbítero, añadió una nota de la Agencia Cubana de Noticias.

Para muchos santo es, lo ha sido siempre ese sacerdote íntegro, tan cubano y tan católico, uno de los padres fundadores de la patria cubana y de nuestra cultura y con todas las virtudes, coincidieron Suárez Polcari y Cisneros, e hicieron suyas las palabras de Martí, que llamó a Félix Varela el santo cubano, porque así lo siente su pueblo.

En declaraciones a la prensa, el Cardenal Timothy Dolan dijo sentirse feliz y muy a gusto en Cuba, impresionado de la belleza de esta tierra y de su gente.

“Durante este viaje hemos experimentado la unión y la solidaridad entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos”, manifestó el Arzobispo de Nueva York, y añadió que precisamente su visita es una expresión de solidaridad con el pueblo cubano.