BEIRUT, Líbano, 4 de febrero (AFP).- Unas 520,000 personas fueron desplazadas en los últimos dos meses en el noroeste de Siria, una de las mayores oleadas de éxodo en este país en guerra causada por una ofensiva del régimen y su aliado ruso contra yihadistas y rebeldes.
Desde diciembre la provincia de Idlib y sus alrededores han sido blanco, casi a diario, de ataques y bombardeos aéreos del régimen de Bashar al Asad -apoyado por la aviación rusa-, que ha logrado reconquistar decenas de ciudades y localidades.
La violencia ha producido un desplazamiento masivo en este último gran bastión de los yihadistas y rebeldes, y los civiles han abandonado sus hogares para refugiarse en zonas relativamente protegidas más al norte, cerca de la frontera turca.
“Desde el 1 de diciembre unas 520,000 personas fueron desplazadas (...), la gran mayoría -80%- son mujeres y niños”, dijo a la AFP David Swanson, un portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Este éxodo es uno de los más importantes desde que empezó el conflicto sirio en 2011, que ha lanzado al exilio a más de la mitad de la población que antes de la guerra era de 20 millones de habitantes.
ONU pide “cese de hostilidades
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó este martes al “cese de hostilidades” entre Turquía y Siria en la región de Idlib, alertando de un “cambio en la naturaleza del conflicto extremadamente preocupante”.
Es necesario “un cese de hostilidades antes de una escalada que lleve a una situación totalmente fuera de control”, declaró Guterres en rueda de prensa.
“Mi firme llamado es para el cese de las hostilidades”, dijo. “No creemos que haya una solución militar en Siria. Hemos dicho una y otra vez que la solución es política”, añadió Guterres.
En los últimos días, corresponsales de la AFP han visto en las carreteras de la región caravanas de automóviles y camionetas con civiles huyendo de los combates, con colchones, utensilios de cocina, colchas y alfombras de yute.
Turquía responderá “de la manera más firme” en caso de nuevo ataque del régimen sirio contra sus fuerzas en el norte de Siria, advirtió el martes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a su homólogo ruso, Vladimir Putin, que apoya a Damasco.