VARIAS CAPITALES, 24 de marzo (AFP/EFE/REUTERS-/AP).- ¿La pandemia pierde fuerza? Pese a que el número de muertos diarios por el coronavirus volvió a subir este martes en Italia tras dos días de baja, el contagio tiende a desacelerarse, motivo de esperanza para los expertos que instan a no bajar la guardia
Por primera vez desde que se registró la primera muerte el 21 de febrero, el número de contagios resulta estable, con un alza diaria de sólo el 8% en los últimos dos días, entre las más bajas, si se tiene en cuenta que a principios de marzo alcanzaba el 50%.
El país más afectado hasta ahora por la pandemia que se ha cobrado la vida de casi 7,000 personas, registró 601 muertes el lunes, 50 decesos menos que el día anterior y 192 menos que el sábado, el día más brutal con 793 fallecidos.
Sin embargo este martes el número de decesos volvió a subir hasta 743, según el último balance oficial de la Protección Civil.
En los últimos tres días, se ha registrado también una disminución del número de personas que resultan positivas, una baja del 22% entre el sábado y el lunes.
Cifras alentadoras para los científicos italianos, un rayo de esperanza de cara a los boletines diarios de muertes y contagios, aunque tímido, insisten.
“La disminución atañe sólo el norte de la península, porque en el sur se registran aumentos”, recalcó este martes Walter Ricciardi, representante en Italia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y consejero del gobierno.
“Al parecer las medidas están funcionando, pero no podemos bajar la guardia, hay que mantenerlas, hoy más que nunca es necesario quedarse en casa”, aseguró el experto al canal de noticias Rai News 24.
Un optimismo moderado se percibía en Lombardía, la región que paga el precio más alto por la epidemia con casi 4.200 fallecimientos y cuyos datos son analizados detalladamente por los expertos, los cuales esperan que la epidemia llegue a su pico y que la curva de contagios comience a disminuir.
“No es el momento de declarar la victoria, estamos viendo solo una luz al final del túnel”, advirtió Giulio Gallera, asesor a la salud de Lombardía.
Un tercio del mundo
Un tercio de la población mundial quedó bajo órdenes de confinamiento este martes debido a la pandemia de coronavirus que ya mató a más de 18,200 personas.
A medida que el nuevo coronavirus se expande, otros países van sumando órdenes de cuarentena, aislamiento o toque de queda, y este martes el gobierno de India ordenó el confinamiento total en ese país de 1,300 millones de habitantes durante tres semanas.
La decisión del gobierno del segundo país más poblado del planeta eleva a 2,600 millones el número de personas que están sujetas a órdenes más o menos estrictas de confinamiento, es decir uno de cada tres seres humanos.
Italia vuelve a subir
La pandemia se está “acelerando”, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS) y llamó a los gobiernos a multiplicar las cuarentenas para evitar que sus sistemas sanitarios estallen.
Italia, el país más azotado después de China, ha tenido una leve esperanza con dos días consecutivos de baja en el número diario de muertos. Pero este martes volvió a subir, con 743 decesos, para un total de 6,820 muertos de casi 70,000 contagiados. No obstante, el contagio parece crecer menos rápido.
Este martes también se sumaron al encierro obligatorio 66 millones de británicos.
Tienen más suerte que en España, segundo más castigado de Europa y donde cualquier actividad deportiva exterior puede ser sancionada con multas. Desde el comienzo de la pandemia, España registra 2,696 muertos y casi 40,000 casos.
En Francia, que superó la barrera del millar de fallecimientos y de los 20,000 contagioslos, consejeros del gobierno estiman que el confinamiento en este país podría durar “al menos seis semanas”.
China flexibiliza medidas
Pero mientras gran parte de la humanidad se confinaba, China -origen de la pandemia y precursora en poner en cuarentena a decenas de millones- se dispone a levantar parte de las restricciones.
A partir de este miércoles, los habitantes sanos de la provincia de Hubei podrán moverse libremente. Pero los de su capital Wuhan, cuna de la pandemia y aislada desde fines de enero, deberán esperar al 8 de abril.
China registró el martes 78 nuevas muertes por el coronavirus, pero son casi exclusivamente de personas llegadas del extranjero. “Espero con impaciencia la libertad”, dijo un residente a la AFP, subrayando que tras dos meses de confinamiento “la gente está bajo una inmensa presión”.
Los negocios
Paradójicamente y en línea con anuncios ambiguos y contradictorios, Estados Unidos, que subió a 600 muertes y casi 50,000 contagios, decidió volver a abrirse pronto.
El presidente Donald Trump defendió el martes su posición de relajar para mediados de abril el aislamiento en varios puntos de Estados Unidos.
“Nuestro país no está diseñado para cerrar. Puedes destruir un país de esta manera, cerrándolo”, dijo a la cadena Fox News. Una “gran recesión” podría cobrarse más víctimas que el coronavirus, agregó.
En todo el mundo los gobiernos y los bancos centrales destinan miles de millones de dólares a una economía global paralizada por la pandemia.
Solo en el sector aéreo podría costar 252,000 millones de dólares de ingresos este año, advirtió la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).
Se hará “todo lo necesario” para salvaguardar la economía y los empleos, prometieron este martes los ministros de Finanzas y jefes de los bancos centrales del G7.
Africa inicia medidas
La pandemia de nuevo coronavirus está ganando terreno en África, donde Senegal y Costa de Marfil, mientras Sudáfrica se prepara para el confinamiento.
El continente africano se había librado hasta hace poco de la pandemia, con 1,800 casos y cerca de 60 muertos, según un balance de la AFP elaborado con fuentes oficiales el martes.
Pero la precariedad de los sistemas de salud de los países africanos hace temer lo peor.
Para atenuar el impacto económico y social, el presidente anunció un fondo equivalente a 1,500 millones de dólares, de los cuales el 5% estará destinado a ayuda alimentaria.
En Costa de Marfil, donde se registraron 25 contagios, el presidente Alassane Ouattara también decretó el lunes el estado de urgencia y un toque de queda así como el confinamiento progresivo de la población por zonas geográficas.
Su primer ministro, Amadou Gon Coulibaly, se encuentra en confinamiento voluntario tras haber estado en contacto con una persona contagiada, anunció él mismo en Twitter.
En el archipiélago turístico de Cabo Verde, frente a las costas de Senegal, se registró el primer fallecimiento, un turista británico de 62 años, según el ministerio de Sanidad.
Y en Nigeria, el país más poblado de África se registró un muerto, al igual que en Zimbabue.
En el Norte del continente, en Egipto, el primer ministro Mostafa Madbouli anuncio un toque de queda nocturno de dos semanas. El confinamiento está en vigor además en Túnez y en Argelia.
Sudán del Sur anunció por su parte el cierre de sus fronteras aéreas y terrestres excepto en el caso de abastecimiento en víveres y carburante.
En Burkina Faso, el país más afectado del oeste de África, el número de casos confirmados pasó a 114, de ellos cuatro fallecidos.
El confinamiento también afecta a Ruanda, donde hay 36 casos, a Isla Mauricio, a las dos principales ciudades de Madagascar y a Lumbumbashi, la capital económica de la República Democrática de Congo.
Sudáfrica, el más afectado
La epidemia continúa extendiéndose rápidamente en Sudáfrica, el país más afectado de todo el continente, donde el numero de contagios llegó a 554, un aumento de 150 casos en 24 horas, según el ministro de Sanidad Zweli Mkhize, que espera que esas cifras se multipliquen “por tres o cuatro” en las próximas semanas.
El lunes por la noche, el presidente sudafricano Cyril Ramaphosa ordenó un confinamiento nacional de tres semanas para “evitar una catástrofe humana de proporciones enormes”.
También anunció la movilización del ejército para que se respete el confinamiento estricto.
Nombulelo Tyokolo, de 41 años, una empleada doméstica que vive en Khayelitsha, un barrio marginal de Ciudad del Cabo, está angustiada por el confinamiento. “La idea de pasar 21 días encerrada me da miedo. Estoy aterrorizada”.