Internacional

El coronavirus ya afecta a más de medio millón de personas

VARIAS CAPITALES, 26 de marzo (AFP/EFE/AP/REUTERS).- El nuevo coronavirus ya infectó a más de medio millón de personas y mató a más de 23,000 enfermos en todo mundo, que vive con angustia la progresión de la pandemia, mientras que los líderes del G20 prometían este jueves un “frente unido” ante la crisis.

Cerca de un tercio de la humanidad, unos 3,000 millones de personas, están obligados a confinarse en sus casas, y el número de naciones o territorios con casos declarados sube inexorablemente, 182 en total este jueves.

La enfermedad se extiende por todos los rincones del planeta y la situación sigue tensa en Europa donde Italia está a punto de alcanzar a China en número de infectados, España superó los 4,000 muertos, Francia registró un alza inquietante de defunciones en las últimas 24 horas (365) y Londres se adentra en el torbellino.

Reunidos en una cumbre virtual, los líderes del G20 prometieron unirse en un “frente unido” y aseguraron que inyectarán 5 billones de dólares en la economía mundial para luchar contra la crisis.

Los mercados les creyeron y las bolsas terminaron con notas optimistas.

Los expertos en Europa, donde las medidas de confinamiento se han ido endureciendo, esperan con mucha cautela una cierta mejora. “Los datos de los últimos días indican un cambio de tendencia”, y que “el número de casos se podría estar aproximando a su máximo”, aseguró el ministro de Sanidad español, Salvador Illa.

En Italia parece que hay cierta desaceleración en los contagios, pero el número de muertes siendo elevado y ya acumula 8.200 decesos, un tercio de todo el planeta.

El balance mundial era de 23,293 muertos y 505,580 casos.

En el Reino Unido, que tardó en unirse a los países con medidas de confinamiento, se contabilizaron 115 muertos en las últimas 24 horas y en Francia, entre los 365 fallecidos en una jornada se registró el de una joven de 16 años.

En América Latina

América Latina, con cerca de 9,000 casos y 150 muertos, también aplica medidas drásticas: cierre de fronteras, confinamientos obligatorios y toques de queda en algunos países.

Argentina se ha lanzado en una carrera contra reloj y tras decretar un aislamiento obligatorio, se ha concentrado en adquirir camas y equipos de cuidados intensivos.

En Santiago de Chile, supermercados y farmacias amanecieron con grandes aglomeraciones de personas apuradas por hacer compras antes del comienzo de una cuarentena.

En África, poco preparada para encarar una crisis sanitaria de envergadura, siguen apareciendo primeros casos en nuevos países, como Mali o Libia, países en guerra. Kinshasa ensayará un confinamiento total de cuatro días, a partir del sábado.

Las oenegés hacen todo lo posible para ralentizar la propagación del virus en los países pobres y evitar una catástrofe en estas naciones, con sistemas sanitarios insuficientes, o que ya están azotadas por conflictos o crisis humanitarias.

El efecto devastador del coronavirus en estos países quedó demostrado el jueves, cuando Filipinas anunció la muerte de nueve médicos por la enfermedad.

Y Afganistán anunció la liberación de hasta 10.000 prisioneros, menores, mujeres, enfermos o mayores de 55 años para intentar frenar un aumento masivo de los contagios.

Rayo de luz en China

En China, donde irrumpió el COVID-19, la epidemia parece que se está frenando, pero las autoridades no bajan la guardia, y ahora concentran sus controles en el frente exterior.

China se mantiene como el país con más afectados, con 81.961 casos, de los cuales 113 fueron reportados en las últimas 24 horas, una gran parte de ellos de personas provenientes del exterior. Por esta razón el gobierno ha prohibido temporalmente y a partir de hoy la entrada de extranjeros, incluidos los que tienen visados y permisos de residencia.

Pekín limitará drásticamente la llegada de vuelos internacionales, y prohibirá, a partir de medianoche del sábado, la entrada al país de extranjeros, incluidos los que tienen permiso de residencia o visado.

China no ha dectectado oficialmente nuevos casos de coronavirus por contagio interno en los últimos dos días. Pero los contagios por gente que viene del exterior ya son cerca de 500, y las autoridades quieren evitar rebrotes.

En las calles de Huanggang muchos carteles recuerdan que el virus no ha desaparecido. “Reunirse para jugar a las cartas es un suicidio”, dice una de las banderolas rojas colgadas, en referencia a una de las actividades preferidas de los jubilados chinos.

La propagación más rápida del virus está ocurriendo sin duda en Estados unidos, que está cerca de los 65.000 casos, lo que implica más de 11,000 en un solo día, mientras que las muertes ya han superado el millar.