NUEVA YORK, Estados Unidos, 9 de abril (AP).- La asombrosa cifra de 16.8 millones de estadounidenses que han quedado sin empleo en solo tres semanas subraya la velocidad aterradora con la que el brote de coronavirus ha llevado a las economías mundiales a un punto muerto.
Mientras tanto, los líderes mundiales y las autoridades de salud están advirtiendo que los avances obtenidos con tanto esfuerzo en la lucha contra el flagelo no deben verse en peligro, relajando las medidas de distanciamiento social durante el fin de semana de Pascua, mientras que las autoridades de toda Europa prohibieron los viajes de vacaciones y establecieron bloqueos policiales.
Un aumento en las muertes en Gran Bretaña y Nueva York y las oleadas de nuevas infecciones reportadas en Japón y en las ciudades congestionadas de India dejan en claro que la batalla está lejos de terminar.
Las cifras publicadas el jueves por la economía más grande del mundo mostraron que 6.6 millones de trabajadores estadounidenses solicitaron el seguro por desempleo la semana pasada, además de más de 10 millones en las dos semanas anteriores. Eso significa que más de uno de cada 10 trabajadores estadounidenses se han visto obligados a dejar el trabajo desde que se produjo la crisis.
Las cifras reales podrían ser aún mayores porque el aumento de las solicitudes del seguro de desempleo ha abrumado a las oficinas estatales de recursos humanos en todo el país y algunas personas no han podido comunicarse por teléfono o sitio web. Adicionalmente, se esperan más recortes.
La tasa de desocupación de Estados Unidos en abril podría alcanzar el 15%, un número no visto desde los años de la Gran Depresión.
La organización de ayuda Oxfam Internacional advirtió sobre un aumento inminente en la pobreza global, estimando que alrededor de medio billón de personas en todo el mundo podrían ser empujadas a la pobreza si las naciones más ricas no toman medidas urgentes.