Internacional

Una Pascua inédita

ROMA, Italia, 12 de abril (AFP).- Cientos de millones de cristianos celebran este domingo de Pascua en unas condiciones sin precedentes, debido a la pandemia de coronavirus que mató más de 110,000 personas, golpeando con fuerza a Estados Unidos y sigue sin dar respiro a Europa.

El saldo de fallecidos por la COVID-19 se duplicó en poco más de una semana y Estados Unidos se ha convertido en el país más afectado, con 527,000 contagios confirmados y 20,600 muertos, según un balance de la Universidad Johns Hopkins.

En un mundo “abrumado por la pandemia, que somete a nuestra gran familia humana a una dura prueba”, el papa Francisco pidió “el contagio de la esperanza” en la basílica de San Pedro, vacía, por su mensaje de Pascua.

En su mensaje, retransmitido por internet, hizo un llamado a instaurar un “alto el fuego global e inmediato en todos los rincones del mundo”, haciendo hincapié en Yemen y Siria, pero también Irak, Líbano y el conflicto israelopalestino, e instó a reducir o anular la deuda de los países más pobres.

En su mensaje Urbi et Orbi, el Santo Padre señaló:”Hoy pienso sobre todo en los que han sido afectados directamente por el coronavirus: los enfermos, los que han fallecido y las familias que lloran por la muerte de sus seres queridos, y que en algunos casos ni siquiera han podido darles el último adiós”, comenzó el papa su bendición.

El año pasado, 70,000 fieles acudieron a la plaza de San Pedro, donde el Papa preside normalmente la misa de Pascua, cuando los cristianos celebran la resurrección de Jesús, piedra angular de su fe.

Este año, el nuevo coronavirus obligó a romper con décadas de tradición y millones de fieles vieron al Pontífice por televisión o a través de las redes sociales.

El Santo Sepulcro cerrado

Iglesias desiertas, ceremonias sin fieles, las misas desde las pantallas... En este fin de semana pascual, que conmemora la resurrección de Cristo según la tradición, se han visto imágenes sorprendentes de los lugares más famosos del planeta totalmente vacíos.

En Jerusalén, por primera vez en más de un siglo, la iglesia del Santo Sepulcro está cerrada a cal y canto. Una misa sin fieles fue celebrada en su interior este domingo.

Religiosos de todo el mundo aprovecharon la falta de tráfico con originales iniciativas para llevar la Pascua a los hogares respetando el confinamiento.

En las afueras de Lisboa, un cura paseó en descapotable una imagen de la virgen de Fátima y en Londres, un reverendo recorrió las calles vacías de Notting Hill orando y cantando.

En Antananarivo, capital de Madagascar, en cambio, la idea de un sacerdote tuvo consecuencias no deseadas, pues cuando empezó a oficiar misa en la parte trasera de su automóvil, una multitud se congregó a su alrededor. “Se supone que hoy debo rezar solo (...) pero tampoco es cuestión de decirle a la gente ‘váyanse’”, comentó el padre Pedro Opeka.

En Italia, algunos fieles tampoco pudieron soportar el confinamiento. En San Marco in Lamis (suroeste) 200 personas participaron en una plegaria ante la iglesia, lo que provocó una oleada de indignación y las excusas del alcalde.

En Nicaragua, al gobierno tampoco parecía importarle las medidas de distanciamiento para frenar la propagación del virus, y promovió la celebración de Pascua, pese a que la Iglesia había suspendió todas las festividades.

Pero en el estado de Nueva York, que ha sufrido más de 8.600 decesos, las cosas se tomaron de otra forma.

El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que las escuelas públicas de la ciudad permanecerían cerradas hasta el fin del año escolar.

En Europa, que superó este domingo la cifra simbólica de 75,000 decesos, sigue aumentando el número de muertos, aunque en muchos países se desacelera el avance.

Italia anunció este domingo su menor balance de fallecidos diarios en tres semanas (431), aunque roza el umbral de los 20,000 decesos.

En España, en cambio, aumentaron los decesos diarios (619), después de tres jornadas consecutivas a la baja, y orilla los 17.000 fallecidos.

Al igual que en otros países, en España disminuye el número de enfermos en cuidados intensivos, y las autoridades quisieron insuflar una nota optimista al asegurar que se está produciendo un “evidente proceso de ralentización de la epidemia”, en palabras del ministro de Sanidad, Salvador Illa.

Aunque sigue vigente un estricto confinamiento, el lunes se reanudarán actividades no esenciales, tales como industria y construcción, después de dos semanas de paralización.

En Francia se acumulan 14,393 fallecidos y en Reino Unido, que este domingo se acercaba a los 11,000 muertos, el primer ministro Boris Johnson fue dado de alta luego de una semana hospitalizado.

“Venceremos al coronavirus y lo venceremos juntos”, dijo el jefe de gobierno británico en un video en el que aseguró que durante 48 horas todo se “hubiera podido decantar” de un lado u otro.

En el continente africano, donde se contabilizaron cerca de 13,000 contagios y unos 700 muertos, “el virus se expande más allá de las grandes ciudades”, advirtió la OMS.

Contracción del PIB en América Latina

En otras regiones del mundo, las medidas de aislamiento empezaban a aplicarse, como en Turquía, donde se impuso el confinamiento en 31 ciudades durante este fin de semana, incluyendo su capital económica, Estambul, con 16 millones de personas.

En Venezuela, donde el virus se ha cobrado la vida de al menos nueve personas y contagiado a 175, el estado de alarma fue extendido por 30 días.

En su mensaje pascual, el papa rogó por alcanzar “soluciones prácticas e inmediatas en Venezuela, orientadas a facilitar la ayuda internacional a la población que sufre a causa de la grave coyuntura política, socioeconómica y sanitaria”.

América Latina y el Caribe contabilizaban el domingo más de 61,000 contagios, con más de 2,500 fallecidos, según el balance de la AFP.

Brasil es el país de la región más afectado por la pandemia, con 1,100 decesos y casi 21,000 contagios; seguido de Ecuador, con 315 decesos de 7,200 casos.

El impacto económico que tendrá la pandemia en la región también será importante, según las previsiones del Banco Mundial, que este domingo pronosticó que el PIB de América Latina y el Caribe se contraerá este año un 4.6%. Todos los países entrarán en recesión, salvo Guyana, que crecerá, y República Dominicana, que se mantendrá estable, indicó la institución.

Las consecuencias de la COVID-19 en la economía ya se empiezan a sentir a nivel mundial, con el desplome en los precios del petróleo y fuertes caídas en las bolsas mundiales.

En este contexto, los principales países productores de petróleo se reunían de nuevo, por videoconferencia, este domingo para reducir la producción y contener la caída del precio del crudo.