Internacional

Y la casa fue la Plaza

Por Marina MenéndezFotos: Lisbet Goemaga(Especial para Por Esto!)

LA HABANA, Cuba.- Ni siquiera los rigores del “período especial” consiguieron detener a los cubanos un 1 de Mayo, fecha de reivindicación que aquí trasciende al Día de los Trabajadores, para convertirse en fiesta nacional.

Sólo el compromiso vital -porque nos va a todos la vida, en serio- de inhibir el avance del COVID-19, lograron que el de este viernes fuera un 1 de mayo no habitual pero provisto, en muchos lugares, del entusiasmo de siempre, manifestado en esta ocasión desde los portales y los balcones.

A pesar de que algunos, quizá, resultaron atrapados por la inercia o la preocupación de la cuarentena, fueron muchos en la isla los que se sumaron al llamado de la Central de Trabajadores de Cuba de hacer de la casa, la plaza.

Y ya que estaban vacías las amplias explanadas que sirven en cada provincia para grandes actos, como habría sido el de este viernes, los cubanos aplaudimos a las ocho de la mañana -fue la exhortación- desde la casa; y si era de las ventanas hacia afuera, mejor.

Los que tenían grandes banderas, como siempre, las exhibieron. Los que no, pusieron banderas pequeñas, o colocaron en los exteriores de sus viviendas todas sus camisetas con leyendas alegóricas a la Patria.

Otros pusieron música para el barrio, un ratico, luego de los vivas que poco a poco levantaron a la comunidad… La creatividad tenía riendas sueltas, y se hizo uso de ellas.

Así fue este 1 de Mayo en Cuba: distinto por fuera, pero igual en los sentimientos de todos quienes lo sentimos como un festejo revolucionario que logró romper el distanciamiento físico: cada uno en su casa pero, emocionalmente, muy cerca.