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Otro día sin muertos por la pandemia / La desaceleración en el impacto del COVID-19 en Cuba no significa que la prevención termine… ni el virus

Por Marina MenéndezFotos: Lisbet Goenaga(Especial para Por Esto!)

LA HABANA, Cuba.- Seis días sin fallecidos en Cuba a causa del COVID-19 es motivo de optimismo pero no propicia la confianza de las autoridades, que insisten en el llamado a mantener el distanciamiento, el cubreboca, y el resto de las medidas preventivas.

El cero muertes de estas seis jornadas tampoco significa que no habrá más pérdidas que lamentar. Hasta este martes, siete pacientes se mantienen graves y uno está crítico. Aunque todos queremos que sanen, nada asegura que alguno no será un número en rojo mañana. Hubo este martes otro número halagüeño: en la jornada anterior apenas fueron detectados seis casos, lo que representó el 0.35 por ciento de las muestras estudiadas ese día. En cinco provincias no se reportan casos hace 15 días.

El índice de letalidad ha descendido y está ahora en 4.18, equivalente a 79 fallecidos. Aunque una no es médico, entiende que el modo de enfrentamiento ha sido positivo y que la atención propiamente sanitaria a los enfermos se perfecciona, después de la relativa incertidumbre inicial propiciada por una enfermedad desconocida en el mundo hasta su irrupción, el último diciembre, en China.

Esencial ha sido no perder tiempo. Un amigo sospechoso de padecer el mal debido a ciertos malestares fue hospitalizado por poco más de 36 horas, mientras se le practicaba la prueba conocida como TPR en tiempo real y el laboratorio ofrecía el resultado.

Resultó gratamente sorprendido por las atenciones del hospital capitalino que lo recibió. Desde que puso los pies se los fumigaron constantemente con cloro, le pusieron ropa y cubreboca estéril, lo aislaron, y fue medicado con un antibiótico de uso común: azitromicina. Al día siguiente la buena noticia fue que estaba negativo, pero igual deberá mantener aislamiento casero durante 14 días… por si acaso. La doctora de la comunidad lo vigila.

Una evidencia del fructífero método de investigar a todos los contactos de un contagiado es el hecho de que una buena parte, casi la mayoría de los que se “descubren” cada día, lleguen a los centros de internamiento asintomáticos, es decir, cuando la enfermedad todavía no había sacado las uñas. Del total de casos reportados hasta el lunes, el 49.9% (943 pacientes) fueron “descubiertos” sin presentar síntomas. Esa detección precoz también debe estar influyendo para que menos pacientes lleguen a un estado de gravedad, descartando quienes tienen padecimientos que, se conocen, tornan difícil el proceso del COVID-19.

Hay otros procederes en los que Cuba ha hecho “su aporte”. Es decir, los ha aplicado a su modo como, por ejemplo, las cuarentenas, que se han ido declarando de manera más intensa en las instituciones, edificios de viviendas, o comunidades donde se han detectado lo que aquí los expertos llaman, en el argot del coronavirus, “eventos” de transmisión local, para identificar contagios colectivos focalizados en un sitio. También se declaran aislamientos reforzados, que son menos restringidos, como ha ocurrido en mi barrio.

Hasta el lunes se mantenían abiertos 14 de esos eventos. Otros 30 ya habían cerrado. Atendiendo a esos acontecimientos, algunas de las indicaciones de la etapa posterior de la pandemia fueron adelantadas en Cuba y circunscritas e intensificadas en un lugar, según las circunstancias lo requirieran. Nunca se constató la transmisión local nacional.

Estudios médicos realizados en este breve tiempo y que seguro se profundizarán, muestran que las cuarentenas son más eficaces cuando se aplican combinadas con otras medidas de salud. Después debe monitorearse constantemente la situación del brote, y los efectos de las medidas aplicadas.

El hecho de que los números en rojo bajen y que la línea de comportamiento se mantenga caminando por debajo del mejor escenario trazado en los pronósticos, no significa que el trabajo se detenga. Por el contrario.

Huyendo de lo que en otros sitios denominan rebrote o nueva oleada, las autoridades cubanas insisten en que se mantengan las medidas de prevención, y buscan donde parece no haber casos, en aquellas locaciones donde mejores son los reportes.

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