VIENA, Austria, 21 de junio (EFE).- Rusia y Estados Unidos se reunirán a partir de este lunes en Viena para analizar las posibilidades de extender el último acuerdo vigente de desarme y control de armas nuclear entre las dos grandes potencias atómicas, llamado “Nuevo START” y que vence el 5 de febrero de 2021.
Ese tratado, firmado por Estado Unidos en 2010 bajo el entonces presidente, Barack Obama, limita el número de armas nucleares estratégicas, con un máximo de 1,550 cabezas nucleares cada uno, así como 700 sistemas balísticos, en tierra, mar o aire.
Las conversaciones de Viena se llevarán a cabo a nivel de expertos de alto nivel en un lugar no hecho público por el momento.
La delegación estadounidense estará liderada por el emisario especial Marshall Billingslea, mientras que la rusa acudirá bajo las órdenes del viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, quien había negociado para Rusia el acuerdo nuclear multinacional con Irán en 2015.
Washington propuso ante el encuentro de Viena incluir a China como tercera gran potencia nuclear en las negociaciones, lo que Pekín ha rechazado, alegando que su arsenal atómico es de lejos mucho más pequeño que el de EE.UU. y Rusia.
En caso de fracaso
En caso de fracasar la extensión del “Nuevo START”, se trataría del tercer acuerdo de desarme finalizado bajo la presidencia de Donald Trump en Estados Unidos.
Y por primera vez desde 1972 no estaría en vigor ningún acuerdo de control de armas atómicas entre estas dos potencias nucleares, con diferencia la más grandes del mundo.
Washington se retiró el año pasado del acuerdo INF sobre la eliminación de misiles de medio y corto alcance suscrito en 1987.
Además, el pasado 21 de mayo Estados Unidos anunció su salida en un plazo de seis meses del Tratado de Cielos Abiertos, un acuerdo de control mutuo de armamento a través de vuelos de reconocimiento en el que participan 34 países.
Billingslea presionó por incluir a Pekin alegando que puede contribuir a que el diálogo sea constructivo.
China en desacuerdo
China, cuyo arsenal nuclear se expande rápidamente aunque sigue siendo muy inferior a los de Estados Unidos y Rusia, ha rehusado sumarse al acuerdo en medio de múltiples tensiones con el presidente Donald Trump.
Daryl Kimball, director ejecutivo de un centro de control de armamento de Washington, dijo que la insistencia por incluir a China muestra que Estados Unidos no está actuando seriamente.
“La única conclusión a la que llego es que Marshall Billingslea y la administración Trump no quieren prorrogar el Nuevo START y apuestan a exponer el desinterés de China (...) como excusa para permitir que caduque el Nuevo START”, estimó.
Trump ya apartó a Estados Unidos de dos tratados con Rusia; uno sobre sobrevuelos y otro sobre armas nucleares de mediano alcance.
El analista ruso Fyodor Lukyanov dijo que Moscú aún cree que el Nuevo START puede asegurar el control de armamento y la transparencia.