El papa Francisco abogó hoy, 16 de octubre de 2021, por “un salario universal, para que cada persona en este mundo pueda acceder a los más elementales bienes de la vida” y por “la reducción de la jornada laboral“, como medida para un mayor acceso de todos al trabajo.
“Este sistema, con su lógica implacable de la ganancia, está escapando a todo dominio humano. Es hora de frenar la locomotora, una locomotora descontrolada que nos está llevando al abismo. Todavía estamos a tiempo”, aseguró el pontífice , en un mensaje con motivo del IV Encuentro Mundial de Movimientos Populares.
En él subrayó la necesidad de cambiar el actual sistema socio-económico y pidió a gobiernos, políticos, empresas y líderes religiosos que ayuden en este objetivo, al tiempo que exigió “la liberación de las patentes” de las vacunas, la condonación de la deuda de los países pobres y el cese de la destrucción de “bosques, humedales y montañas”, por parte de las grandes corporaciones extractivas; de la contaminación de ríos y mares, y de la intoxicación “de pueblos y alimentos”.
Solicitó a los países poderosos que cesen las agresiones: “No al neocolonialismo”, dijo, y añadió que debe ser la ONU la instancia para resolver los conflictos porque “ya hemos visto cómo terminan las intervenciones, invasiones y ocupaciones unilaterales, aunque se hagan bajo los más nobles motivos o ropajes”.
Pidió a los gobiernos y políticos, que “trabajen por el bien común”, se cuiden de “escuchar solo a las élites económicas” y “sean servidores de los pueblos que claman por tierra, techo, trabajo y una vida buena” y a los líderes religiosos que “nunca usemos el nombre de Dios para fomentar guerras ni golpes de Estado”.
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aarl