Mientras la tensión entre Polonia y Bielorrusia se agudiza, a la frontera entre ambas naciones se ha registrado la llega de migrantes que buscan poder acceder a tierra polaca para mejorar sus condiciones de vida, pero que la política del gobierno de aquel país ha dicho que no cambará su postura de no darles asilo.
El Primer Ministro Mateusz Morawiecki, dejó en claro que no considera modificar la decisión de no recibir a más migrantes, cuya mayoría llega del Medio Oriente, acto que fue rechazado por la Unión Europea (UE), que busca la seguridad de quienes abandonan su patria por el conflicto.
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Así lo mencionó el Embajador de Polonia en México, Maciej Zietara, en declaraciones a prensa nacional, donde declaró que dicha medida está siendo tomada para 'evitar la apertura de una vía de migración sin control a los países de la UE', y que esto es un modo que el mandatario de Bielorrusia, Aleksander Lukashenko, usa contra la nación que vio nacer a Juan Pablo II.
Pese al número de personas que arriban a la frontera bielorrusa-polaca, el funcionario indicó que el gobierno en el que colabora no ve esto como una crisis de migración, pero sí la catalogó como algo político, pues asegura que desde el mes de julio, el país gobernado por Lukashenko comenzó a llevar personas y decirles que tendrían más facilidades para obtener su visa y acceder a la nación y a los países de la Unión Europea.
Muertes en frontera, causan más tensión
Se recordará que el pasado 29 de noviembre, tras la aparición de cadáveres de migrantes en la frontera, hallados por soldados de Bielorrusia, su gobierno acusó a Polonia de haber causado su muerte; a lo que el Embajador polaco recordó que Lukashenko retomó el poder al reelegirse de manera irregular y amenazando a sus opositores, indicando que en sus cárceles hay aproximadamente mil presos políticos.
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CG