Este jueves, legisladores españoles han aprobado de manera definitiva una ley para la eutanasiay el suicidio asistido, que permitirán a los pacientes terminales o con padecimientos incurables e intratables, morir de una manera de una manera supervisada para evitar sufrimiento.
La iniciativa impulsada por el actual presidente Pedro Sánchez, del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fue sometida a votación en el Congreso de Diputados, quienes la aprobaron con 202 votos a favor por parte de los partidos de izquierda, centro y regionalistas, 2 abstenciones y 141 votos en contra por parte de los partidos conservadores.
El presidente español compartió un mensaje en Twitter en el que aseguraba que, tras la aprobación de la eutanasia y el suicidio asistido, su país era “más humano, más justo y más libre”.
“Hoy somos un país más humano, más justo y más libre. La ley de eutanasia, ampliamente demandada por la sociedad, se convierte por fin en una realidad. Gracias a todas las personas que han peleado incansablemente para que el derecho a morir dignamente fuera reconocido en España”, escribió el mandatario.
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Por su parte, el partido conservador Vox se opuso férreamente a la nueva ley, contra la cual emprendió una campaña con el slogan “La derogaremos”, argumentando que se incitaba a una “cultura de la muerte”.
Tras la decisión legislativa, España se convierte en la séptima nación del mundo en hacer legal esta práctica, junto con Colombia, Nueva Zelanda, Canadá, Luxemburgo, Bélgica y Países Bajos, además de que se permite con excepciones en partes de Australia, Estados Unidos y Suiza.
La ley aplicará únicamente para residentes o ciudadanos españoles que padezcan alguna condición intratable, crónica o imposibilitante, además de que quien haga la petición por escrito, debe comprobar que es “capaz y consciente” y que procede “sin presión externa”.
Quienes están a favor de la eutanasia, aseguran que se trata de una forma de garantizar la “muerte digna” apacientes terminales o con enfermedades graves e incurables, mientras que sus detractores argumentan que es inhumana, pues se prefiere el “asesinato sobre los cuidados paliativos”.
Con información de EFE y AFP.
JMCG