A unos días de haber desviado un avión para detener a un periodista Román Protasévich, opositor a Bielorrusia, los ministros de Relaciones Exteriores del G7 exigieron su "liberación inmediata e incondicional", así como la de otros periodistas y presos políticos del país.
Los jefes de las diplomacias de las siete mayores economías y de la Unión Europea denunciaron la "puesta en peligro de la seguridad de los pasajeros y de la tripulación" del vuelo entre Grecia y Lituania que el domingo fue desviado a Minsk con una falsa alerta de bomba para detener a Protasévich.
Este desvío representa "una grave violación de las normas que rigen la aviación civil", afirmaron los ministros al tiempo que denunciaron un "grave ataque a la libertad de prensa".
"Redoblaremos nuestros esfuerzos, incluida la imposición de nuevas sanciones para que las autoridades bielorrusas rindan cuentas", aseguraron.
"Utilizaremos todas las herramientas a nuestro alcance para que el régimen" del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, "rinda cuentas", subrayó en Twitter el ministro británico de Relaciones Exteriores, Dominic Raab.
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JG