En un hecho insólito, el perro del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue expulsado de la Casa Blanca luego de que se confirmaran 11 ataques a personal de la residencia oficial y de agentes del Servicio Secreto.
Antes de que la vocera de la primera dama, Jill Biden, confirmaran el hecho, ya habían salido a luz noticias sobre el ataque del perro a un agente que tuvo que recibir atención médica.
En noviembre de 2022, otro agente tuvo que ser hospitalizado tras ser mordido en los brazos y las piernas, por lo que Commander deberá someterse a un nuevo entrenamiento para controlar la situación. Commander llegó a la Casa Blanca en diciembre de 2021 y fue un regalo que recibió el presidente de parte de su familia, meses después de la muerte de Champ, otro pastor alemán que acompañó a la pareja durante 13 años.
Major, otro de los perros de los Biden, también fue enviado un tiempo a adiestramiento en Delaware, en 2021, para un curso de doma luego de morder al menos a un empleado de la Casa Blanca.
Por recomendación de especialistas, la familia Biden tuvo finalmente que separarse del perro y confiarlo a unos amigos que viven "en un ambiente más tranquilo".
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AA