Luiz Inácio Lula da Silva, Presidente de Brasil, viajó a Dubai para participar en la Cumbre Climática COP28 y este sábado confirmó que su país se sumará a la OPEP+, aunque con el objetivo de convencer a ese grupo de grandes exportadores de petróleo de abandonar los combustibles fósiles.
Fue el jueves pasado cuando este país sudamericano fue invitado durante una reunión de la OPEP+, a sumarse a este grupo, formado por los 13 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y otros diez productores de crudo, encabezados por Rusia.
Con la confirmación de ser parte de este grupo de países petroleros, Brasil estaría ingresando como miembro el próximo mes de enero.
"Todo el mundo estaba asustado por la posibilidad de que Brasil se uniera a la OPEP", declaró Lula en un encuentro con la sociedad civil en la COP28 de Dubái.
"Brasil no participará en la OPEP, (pero) Brasil sí participará en la OPEP+, es tan elegante ese nombre", dijo Lula, de acuerdo con un comunicado enviado por la Presidencia brasileña.
"Creo que es importante que participemos en la OPEP+, porque tenemos que convencer a los países que producen petróleo de que tienen que prepararse para reducir los combustibles fósiles", señaló el mandatario brasileño.
"Prepararse significa aprovechar el dinero que ganan con el petróleo y hacer inversiones, para que un gran continente como América Latina pueda producir los combustibles renovables que necesitan", añadió.
El mandatario brasileño acudió a la COP28 con una agenda de defensor de la selva tropical, incluida una propuesta de financiamiento de la lucha contra la deforestación que implicaría lograr el financiamiento internacional a cambio de la preservación de los bosques.
La posible presencia de Brasil en una alianza con el gran club de petropaíses generó críticas de organizaciones ecologistas presentes en Dubái.
La organización ambientalista Greenpeace señaló que la decisión brasileña es incoherente con el discurso climático que el país promueve en la cumbre del clima que se celebra en Dubái.
"Brasil dice una cosa, pero hace otra en la COP28. Es inaceptable que el país que asegura defender el objetivo de limitar el calentamiento del planeta en 1.5 ºC, anuncie ahora su integración en el grupo de los mayores productores de petróleo de mundo", reaccionó Leandro Ramos, de la filial brasileña de la organización ecologista Greenpeace, citado en un comunicado.
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IO