A unas cuantas horas de que pueda ocurrir una parálisis del gobierno federal de Estados Unidos, la Cámara de Representantes aprobó un acuerdo de financiación de los servicios públicos.
El acuerdo evitará el temido bloqueo presupuestario durante 45 días, que tiene todavía que ser aprobado en el Senado, de mayoría demócrata.
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Hasta antes de este acuerdo, el presidente Joe Biden y los republicanos de la oposición se acusaban mutuamente de ser responsables de la parálisis.
Esta parálisis tendría como consecuencias, que 1.5 millones de funcionarios quedarían sin sueldo, el tráfico aéreo se vería perturbado y se quedaran sin atender muchos servicios públicos, dañando de manera seria una de las economías más grandes del mundo.
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Ni el Senado, controlado por los demócratas, ni la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, parecían poder aún poder ponerse de acuerdo para aprobar un proyecto de ley que prorrogue el presupuesto federal que expira este sábado a la medianoche.
Eso es lo que ha intentado la Cámara, que aprobó un proyecto de ley de financiación para mantener abiertas las agencias federales, con el que el presidente republicano Kevin McCarthy renunciaba a las demandas de la línea más dura de su partido.
Por lo que para evitar un cierre del gobierno federal, los miembros de la Cámara aprobaron con 335 votos a favor y 91 en contra un proyecto de ley destinado a mantener al gobierno en funcionamiento durante otros 45 días, enviando el proyecto de ley al Senado, en un último esfuerzo por evitar la parálisis del gobierno.
Faltando casi un año para las elecciones presidenciales, demócratas y republicanos se acusan mutuamente de esta situación, una crisis presupuestaria que tiene repercusiones directas en la guerra de Ucrania.
Hay que recordar que la Casa Blanca pidió inicialmente que el presupuesto aprobado por los representantes incluyera 24 mil millones de dólares en ayuda militar y humanitaria para Kiev, que han sido suprimidos del actual proyecto de ley.
Esta petición ha sido reprobada por legisladores republicanos simpatizantes de Donald Trump, quienes se han negado a desbloquear cualquier nueva ayuda a Kiev por considerar que esos fondos deberían destinarse a la crisis migratoria de Estados Unidos.
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