El Gobierno de Irak confirmó el sábado que ataques de represalia efectuados por Estados Unidos contra posiciones de milicias alineadas con Irán en territorio iraquí provocaron al menos 16 fallecimientos, incluidos civiles, y 25 heridos.
Adicionalmente, se reportaron daños materiales en estructuras habitacionales y pertenencias civiles.
El vocero gubernamental iraquí, Bassem al Awadi, expresó preocupación por la estabilidad de Irak y la región, refutando alegatos de coordinación previa con Estados Unidos para la ejecución de dichos bombardeos.
Un reporte inicial de dos fuentes de seguridad a AFP indicaba 18 muertes, con 15 pertenecientes a facciones armadas y tres a civiles.
Al Awadi denunció que Estados Unidos distorsionó la realidad al sugerir una coordinación anticipada, calificándolo de intento por desorientar a la comunidad internacional.
John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad de EE.UU., había indicado previamente que se informó a Irak antes de los ataques.
El Ministerio de Exteriores de Irak planea citar al encargado de la embajada estadounidense en Bagdad para presentar una objeción formal contra la ofensiva, que afectó tanto instalaciones militares como civiles cerca de la frontera con Siria.
Irán criticó la acción militar, considerándola una infracción a la soberanía e integridad territorial de Irak y Siria, proyectando como resultado una mayor tensión y desestabilización regional.
El pronunciamiento de Irán advirtió sobre las consecuencias de lo que calificó como una "aventura y error estratégico" por parte de la administración estadounidense.
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