Este jueves 7 de marzo de 2024, Rusia formalmente convocó a Lynne Tracy, la embajadora de Estados Unidos en Moscú, para expresar su firme rechazo ante lo que el Kremlin percibe como intentos de injerencia por parte de organizaciones no gubernamentales estadounidenses en los asuntos políticos internos de Rusia.
Esto ocurre en un momento crítico, apenas una semana antes de la realización de las elecciones presidenciales rusas.
Según una declaración emitida por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, en el encuentro con Tracy se hizo énfasis en la postura de que cualquier forma de interferencia en la soberanía rusa enfrentará una respuesta contundente.
El gobierno ruso acusó a tres ONGs estadounidenses, dedicadas principalmente a actividades educativas, de intentar socavar la estabilidad interna de Rusia mediante la implementación de programas con orientación contraria a los intereses rusos, con el supuesto respaldo de la embajada de EE.UU.
Como medida preventiva, Moscú ha calificado a estas organizaciones como "indeseables" dentro de su territorio, señalando su participación en la promoción de ideologías que considera incompatibles con los valores de la sociedad rusa.
Una nota oficial fue entregada a la embajadora Tracy, solicitándole detener cualquier apoyo a estas entidades.
Además, el Ministerio de Exteriores advirtió sobre las graves consecuencias de cualquier acción que pudiera ser interpretada como subversiva o como una campaña de desinformación en el contexto de las próximas elecciones presidenciales, programadas del 15 al 17 de marzo, donde se anticipa una probable reelección de Vladimir Putin.
En caso de identificar a empleados de la embajada de EE.UU. involucrados en dichas actividades, Rusia no descarta su expulsión del país.
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