La capital haitiana, Puerto Príncipe, se ha convertido en el epicentro de crecientes enfrentamientos armados, con el área circundante al Palacio Nacional experimentando un notable incremento en la actividad de tiroteos.
Las detonaciones han resonado desde el Champ de Mars hasta Nazon, Lalue, Canape-Vert y Turgeau, zonas centrales de la ciudad, sumiendo a la metrópoli en un estado de confusión y temor ante posibles asaltos a objetivos estratégicos, incluido el mismo Palacio Nacional.
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Adicionalmente, se han reportado daños significativos en las infraestructuras, como es el caso de los muros del aeropuerto de la capital, que presentan impactos de bala.
A pesar de que el día comenzó con una relativa calma en Puerto Príncipe, hacia la tarde se desató una serie de disparos esporádicos que elevaron la tensión en la ciudad.
Este brote de violencia se intensifica tras el anuncio del 28 de febrero por parte del primer ministro Ariel Henry, comprometiéndose a llevar a cabo elecciones antes de terminar agosto de 2025.
El clímax de esta escalada se vivió el sábado anterior, con el asalto a los dos principales centros penitenciarios de la ciudad y la subsiguiente fuga de más de tres mil reclusos.
En medio de esta crisis, Ariel Henry, objetivo principal de las bandas armadas y actual líder del país tras el asesinato del presidente Jovenel Moise en 2021, se encuentra en Puerto Rico tras días de incertidumbre sobre su paradero.
Henry enfrenta presiones tanto nacionales como internacionales para facilitar una transición política que contribuya a mitigar la profunda crisis y violencia que asola Haití.
El país, sumido en esta espiral de inseguridad, espera la llegada de una misión multinacional de apoyo a la seguridad encabezada por Kenia, una iniciativa avalada por las Naciones Unidas en octubre pasado.
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