Este jueves 7 de marzo de 2024, el gobierno haitiano decretó la extensión del estado de emergencia por un mes adicional en el departamento Oeste, incluida su capital, Puerto Príncipe, en respuesta a la escalada de violencia y la creciente inseguridad provocadas por confrontaciones con grupos armados.
Este anuncio llega mientras el primer ministro Ariel Henry, objetivo de las pandillas para derrocar, permanece en Puerto Rico tras una visita a Kenia para concretar acuerdos de seguridad.
Mediante un decreto oficial publicado en Le Moniteur, el consejo de ministros ha ratificado la continuidad del estado de emergencia en el departamento del Oeste por otro mes, tras la caducidad del anterior estado de emergencia y el toque de queda extendido inicialmente el domingo anterior para la misma región.
La tensión en Haití ha visto un marcado incremento desde el anuncio del primer ministro Henry sobre la intención de llevar a cabo elecciones a más tardar en agosto de 2025, lo que ha provocado un auge en las actividades violentas de las bandas armadas, especialmente en Puerto Príncipe.
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Durante el fin de semana pasado, un audaz ataque a las dos principales cárceles de la capital facilitó la fuga de más de 3 mil reclusos, mientras que en la noche del miércoles, un ataque incendiario contra una estación de policía reafirmó la determinación de las pandillas de no cesar su campaña de violencia.
Hasta la fecha, se reporta el ataque a cerca de diez instalaciones policiales.
Con el primer ministro fuera del país, primero en Guyana para la cumbre de Caricom y luego en Kenia para discutir una misión multinacional de apoyo a la seguridad liderada por la ONU, Haití enfrenta estos desafíos en un momento de ausencia gubernamental notable.
Henry, que evitó su llegada a República Dominicana, se encuentra actualmente en Puerto Rico.
Jimmy Chérizier, alias 'Barbecue', un notorio líder de pandillas, ha lanzado una advertencia sobre la posible dirección hacia una guerra civil si Henry no renuncia, enfatizando que "Haití debe convertirse en un paraíso para todos o un infierno para todos".
Este panorama subraya la profunda crisis que enfrenta Haití, en un momento crítico para su estabilidad y seguridad.
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