Ismail Haniyeh, líder del buró político de Hamás, ha comunicado oficialmente a Egipto y Qatar la aceptación por parte de su grupo de una propuesta de alto al fuego en la Franja de Gaza.
Este anuncio se produce en un momento crítico, dado que el Ejército israelí ha ordenado la evacuación de aproximadamente 100 mil palestinos del este de Rafah ante un inminente asalto terrestre.
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En un comunicado conciso, Hamás no reveló detalles específicos del acuerdo pero confirmó que Haniyeh informó tanto al primer ministro catarí, Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, como al ministro de Inteligencia egipcio, Abás Kamel, sobre la aceptación de la propuesta.
La aceptación de esta oferta por parte de Hamás, que fue presentada inicialmente por Egipto de forma unilateral, aún no ha sido reconocida oficialmente por Israel.
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Según reportes de la cadena pública Kan y el canal 12 de noticias de Israel, el gobierno israelí no ha dado su aprobación al acuerdo, y los detalles de la propuesta aún están siendo evaluados.
Las negociaciones indirectas entre Hamás e Israel para alcanzar un alto al fuego parecían estar en un punto muerto después de que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rechazara poner fin a las hostilidades, una demanda clave de Hamás.
La situación escaló esta mañana cuando miles de residentes de Rafah recibieron mensajes instándolos a evacuar hacia Jan Yunis, aumentando los temores de una pronta invasión terrestre por parte de las fuerzas israelíes en el sur de Gaza.
Antes de este anuncio de Hamás, el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, declaró en un encuentro con familiares de rehenes que el Ejército israelí continuará sus esfuerzos para liberar a los cautivos incluso después de iniciar el asalto por tierra a Rafah.
Hamás, por su parte, ha advertido a las fuerzas israelíes que cualquier operación militar en Rafah "no será un picnic", asegurando que las Brigadas al Qasam, su brazo armado, están listas para "defender a nuestro pueblo".
Finalmente, Hamás ha hecho un llamamiento a las organizaciones internacionales, especialmente a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), para que no abandonen el enclave tras las órdenes de evacuación israelíes, subrayando la gravedad de la situación humanitaria en la zona.
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